Romain Grosjean tuvo un aparatoso accidente en el GP de Bahréin de Fórmula 1, pero gracias a las avanzadas medidas de seguridad de la máxima categoría del automovilismo solo sufrió quemaduras leves en sus manos.
En contexto:
“Pensé en Niki Lauda, juré que yo no iba a terminar así, era imposible, mi última carrera no puede ser así. Vi la muerte y pensé que eso era todo, que iba a morir. Mi cuerpo se relajó en ese momento, aceptó su destino, me preguntaba por qué lado me empezaría a quemar, si sería doloroso”, contó Romain Grosjean en una entrevista con el Canal + de Francia.
El piloto, de 34 años, recordó todo lo que sucedió durante su accidente. Al principio, pensó que no había sido “tan violento. Recuerdo desabrocharme el cinturón, intentar salir del coche y no poder porque estaba atascado. Pensé que tal vez podía estar bocabajo y que ya vendrían a por mí sin problema, así que me volví a sentar”.
Con el pasar de los segundos, Romain Grosjean empezó a notar que había “un color naranja muy fuerte, pero al principio no entendí lo que pasaba. Luego me di cuenta de que era fuego, intenté salir por la derecha pero no pude; intenté salir por la izquierda y tampoco, así que me volví a sentar”.
Le puede interesar:
Publicidad
El automovilista estaba resignado, pero “pensé en mis hijos y tiré lo máximo que pude de mi pie izquierdo y por eso mi bota se cayó y conseguí liberarme. Giré la cabeza y puse las manos en el fuego, miré mis guantes, que son rojos, y se estaban poniendo negros por el fuego. Sentí el dolor en mis manos, logré sacar la cabeza y luego el torso. Una vez saqué el cuerpo, sabía que iba a vivir; sí, mis manos se quemaron, pero ya estaba fuera”.
Romain Grosjean prosiguió su relato diciendo que “luego sentí como la mano de Ian Roberts me tiraba del mono para traerme al otro lado. No tenía ni idea de si yo estaba ardiendo o no, Ian me tocó la espalda y no sabía si era una bola de fuego andante o si ya no me estaba quemando”.
Publicidad
La historia finalizó con el corredor de Fórmula 1 haciéndole una petición al personal médico. “Dije que quería ir andando para que el helicóptero mostrara esas imágenes y que todo el mundo supiera que estaba bien. Claro que tenía heridas, pero podía andar, podía controlarlo”.