Uno de los tres fiscales que forma parte de la conocida como 'Investigación Prisma', que derivó en una penalización de 15 puntos en la clasificación de la Serie A (Primera división) a la Juventus de Turín por generar plusvalías ficticias y con la inhabilitación de varios directivos, ha abandonado la causa tras la polémica suscitada porque en 2019 se declaró hincha del Nápoles y "antijuventino".
Se trata del fiscal adjunto Ciro Santoriello, que ha comunicado este miércoles a la fiscal jefe, Anna Maria Loreto, que no acudirá el próximo lunes al tribunal para la vista preliminar del proceso contra la antigua cúpula directiva del Juventus, acusada de falsa comunicación societaria, amaño de mercado y obstrucción a la supervisión.
Loreto ha tomado nota de la decisión tomada por Santoriello con total autonomía, y ha valorado "el gran sentido institucional, la lealtad y el apego del magistrado", según los medios locales.
El paso atraés del fiscal, gran experto en delitos económicos, se produce más de un mes después de la tormenta social desatada por las palabras que dijo hace cuatro años, durante una conferencia.
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"En realidad no sigo el fútbol... Bueno sí, da igual, lo admito: soy hincha del Nápoles y odio a la Juventus. Como aficionado, el Nápoles es importante para mí, pero como fiscal... soy antijuventus; es decir, estoy contra el robo en el terreno de juego", dijo Santoriello el 14 de junio de 2019, en un foro organizado por algunos despachos de abogados en Milán, en un tono distendido.
El vídeo con esas declaraciones circuló el pasado 7 de febrero por las redes sociales y el fiscal acabó en el punto de mira de los juventinos, que pusieron en duda la objetividad del fiscal en la actual investigación.
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El próximo lunes, la Juventus de Turín se enfrentará a la audiencia preliminar en el marco de la 'Investigación Prisma', que indaga si el club italiano generó plusvalías ficticias y realizó maniobras salariales irregulares con algunos de sus jugadores para equilibrar balances económicos.
La 'Vecchia Signora' ya se había visto en escándalos. En esa ocasión, por el amaño de partidos por influencia arbitral llamado 'Calciopoli' en la Serie A durante la temporada 2004-2005. Finalmente, las investigaciones terminaron por determinar que la Juventus debía jugar la próxima temporada la Serie B además de perder los Scudettos del 2004-2005 y 2005-2006.
Igualmente, los 'bianconeros' tuvieron que iniciar la Segunda División Italiana con nueve puntos menos. Inicialmente, iban a ser 30 puntos, pero se desestimó dicha sanción pocos días despues a que fueran 17 puntos. Por último, se decidió que fueran solo nueve mientras la competición de la Serie B ya estaba en curso.