Este jueves se cumplió el último adiós aDiego Armando Maradona. Millones de argentinos se agolparon a las calles para desprenderse del cuerpo sin vida de su ídolo en Buenos Aires.
La Casa Rosada, sede del gobierno argentino, fue la morada de la despedida que nadie quería dar. Allí reposaba el gran futbolista, el de la zurda implacable, al que llenaron de banderas, camisetas, flores y ese doloroso: “hasta siempre Diego”.
“El Diego no tiene una hinchada, no tiene una camiseta. Es el Diego del pueblo, el Diego de Argentina”, exclamó un aficionado.
Todos querían pasar y decirle adiós y esas ganas de verlo hicieron que llegara el caos.
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Tras varias horas la muchedumbre no se dispersó y se trasladó por donde iría el féretro.
Finalmente, la caravana emprendió rumbo a su última morada, el cementerio privado Jardín Bella Vista.
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