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¿Triunfalismo desbordado con Édgar Rentería?

La discusión sobre el deportista del año en Colombia parece acabada. Está finiquitada, sin opción de mayor debate. No es poca cosa. Rentería emergió como un héroe. Cerca del retiro, estuvo lesionado media temporada y terminó siendo el MVP de la Serie Mundial. Todos hablan de él. De su actuación. Familiares, amigos y aparecidos se unen a la fiesta. Lo proclaman como el mejor. Se destaca su historia, sus logros, el título con los Marlins en 1997, aquel inolvidable hit de oro y, obviamente, su reciente jonrón. Los estadígrafos subrayan al tanto todo lo que pueden. Como que el humilde barranquillero se unió a Yogi Berra, Joe Dimagio y Lou Gehrig, de los Yankees, como los únicos que han hecho el batazo del triunfo final en dos ‘clásicos de otoño’. Rentería es puro talento. Ídolo. Figura. Casi, casi, superhombre. Fue él y no Barry Bonds, el emblema de los Gigantes de San Francisco, el que llevó al equipo a las estrellas. Gracias a la insistencia de su hermano Édinson, el ‘niño’ Édgar cambió el fútbol por el béisbol. Botó la bola de trapo y cogió en su lugar un bate. Fue la apuesta indicada, para su fortuna y la de Colombia, que se siente muy orgullosa de su hijo triunfador. Ya lo felicitó el presidente Juan Manuel Santos, se “adelantó” el carnaval de Barranquilla y hay fiesta en las calles. Todo es un bonito relajo. Rentería, que ha participado cinco veces del Juego de las Estrellas, ha exprimido al máximo sus capacidades. Por eso, amasa una fortuna de, aproximadamente, 120 millones de dólares. Por eso, desde 2006, recibe 10 millones por temporada. Eso no se le paga a cualquiera. Mejor: eso no lo vale cualquiera. ¿Es Rentería indefectiblemente el deportista del año en Colombia? Seguramente, sí. Su conquista es más valiosa que el triunfo del ciclista Nairo Quintana en el Tour de l´Avenir (a él también lo felicitó el presidente Santos, porque ahí sí aparecen los mandatarios para apoyar el deporte) y más importante que la medalla de oro del tenista Juan Sebastián Gómez en los Olímpicos de la Juventud. Ganar el anillo de campeón en la Serie Mundial y ser considerado el Jugador Más Valioso tiene connotaciones superiores, aunque lo otro no es menor. La parafernalia pasará, está claro. Colombia acostumbra olvidar a sus mejores hombres. Las distinciones pueden ser pasajeras y muy injustas. Sin embargo, Rentería recibirá este año lo que merece. Su nombre está reteñido en el libro de los mejores deportistas colombianos de toda la historia. Ahí ya están Juan Pablo Montoya, la ‘Chechi’ Baena, ‘Cochise’ Rodríguez, Carlos Valderrama, Faustino Asprilla, 'Lucho' Herrera, 'Pambelé' y Camilo Villegas.

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