El presidente del club de fútbol Arema, en cuyo estadio se registró el sábado una trágica estampida con al menos 125 fallecidos, pidió disculpas este lunes y aseguró que su equipo y él "cooperan y apoyan" la investigación de lo ocurrido.
"Esperamos poder hallar la raíz del problema", aseguró Gilang Widya Pramana en una comparecencia este lunes emitida por Kompas TV, en la que también aseguró que el club indemnizaría económicamente a las familias de las víctimas mortales y a los heridos.
Previamente, la Policía Nacional de Indonesia indicó hoy que investiga a 18 oficiales por el lanzamiento de botes de gas lacrimógeno el sábado durante los disturbios registrados dentro del campo de fútbol.
Estos oficiales estaban "de servicio" y eran los responsables de "operar con las escopetas" para disparar botes de gas, apuntó en rueda de prensa el portavoz de Policía, Dedi Prasetyo, conforme a las primeras investigaciones internas del incidente.
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El oficial también indicó que están revisando más de una treintena de cámaras de seguridad cerca del estadio para identificar a sospechosos por "destruir propiedades dentro o fuera" del recinto deportivo.
Miles de aficionados del club Arema irrumpieron el sábado en el terreno de juego después de que su equipo fuera derrotado en casa 2-3 ante el Persebaya Surabaya, en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental.
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Los agentes de seguridad respondieron lanzando gas lacrimógeno sobre el césped y en las atestadas gradas, lo que provocó un estampida de los aficionados hacia las salidas.
La mayoría de los fallecidos sucumbió por razones de asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias.
Según las cifras oficiales -que fueron revisadas anoche tras una serie de errores en el conteo- 125 personas han fallecido, incluido 17 menores, y 323 resultaron heridas de diversa consideración, en una de las mayores tragedias de la historia del fútbol mundial.
El uso contra los aficionados de gases lacrimógenos, prohibido dentro del estadio por la regulación de la FIFA -máximo organismo del fútbol mundial-, ha sido criticado por organizaciones garantes de los derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch.
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