El Tottenham no falló en su visita a Skopje y certificó su clasificación para la última ronda previa de la Liga Europa, en la que se medirá con el Maccabi Haifa israelí, tras imponerse este jueves por 1-3 al Shkendija normacedonio.
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Un triunfo no exento de sufrimiento, aunque sin llegar a los apuros que pasó en la anterior eliminatoria ante el Lokomotiv Plovdiv, al que derrotó por 1-2 con dos tantos en los diez minutos finales y cuando el conjunto búlgaro jugaba con dos hombres menos.
Y eso que el encuentro no pudo empezar mejor para el conjunto inglés, que a los 5 minutos ya dominaba en el marcador (0-1) con un gol del argentino Erik Lamela.
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Un tanto que reflejó la superioridad inicial del Tottenham que dominó con claridad a un Shkendija, que apenas fue capaz de disparar en una sola ocasión entre los tres palos en todo el primer tiempo.
Todo lo contrario que el Tottenham que llegó con facilidad a la portería rival, aunque sin el acierto necesario para sentenciar la eliminatoria.
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Una falta de puntería que el conjunto inglés pagó en el arranque de la segunda mitad, en la que el Shkendija igualó la contienda con un espectacular gol desde fuera del área del delantero Valmir Nafiu, que firmó el momentáneo 1-1 a los 55 minutos.
Gol que pareció espolear al conjunto local, que a punto estuvo de dar la vuelta al marcador a los 64 minutos en un cabezazo de Besart Ibraimi que se marchó fuera por muy poco.
Sin embargo, la calidad que atesora en sus filas el equipo inglés permitió al Totttenham imponer finalmente la lógica, con los tantos del surcoreano Son Heung-Min y de Harry Kane.
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Son, que el pasado domingo firmó cuatro goles al Southampton, devolvió la tranquilidad al equipo de Mourinho, tras firmar a los 70 minutos el 1-2 al aprovechar un balón suelto en el área.
Mientras que Kane, que entró al terreno de juego al inicio del segundo tiempo, sentenció definitivamente la contienda al establecer en el 79 el 1-3 final al rematar de cabeza un centro desde la izquierda de Son.