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A los 35 minutos de la primera parte, Juan Guillermo Cuadrado levantaba la esférica desde el banderín de oriental, para que Cristian Zapata marcara la ruta hacia la primera anotación colombiana, entregándole un pase certero y preciso a el que suele aparecer en los momentos justos y oportunos, el del barrio La Chinita: Teófilo Antonio Gutiérrez Roncancio En un partido complicado para la Selección Colombia, la habilidad técnica –y mental- del exJunior fue fundamental a la hora de resolver los acertijos que se producían en el gramado del Metropolitano, frente a un rival aguerrido y duro, sobre todo en el segundo tiempo, como Perú. Durante gran parte del compromiso, Gutiérrez hizo de la banda izquierda colombiana un oasis de constantes aproximaciones hacia el arco peruano. Esto fue alimentado, gracias a las permanentes asociaciones con la ramificación Fabra (elemento destacado en su primer juego por Eliminatorias)- Cardona (autor del segundo tanto); quienes intensificaron la tarea de incomodar a la zaga ‘inca’ y generar situaciones de peligro. Llegado a este punto, es pertinente –a consideración particular- señalar que el barranquillero se ha convertido en pieza fundamental del seleccionador nacional, José Néstor Pékerman, aportando –además de goles- finura y calidad futbolística al juego del equipo. Y es así, en primer lugar, porque Teófilo Gutiérrez cuenta con dos características supremamente importantes para ser considerado seriamente por el colombo-argentino: inteligencia y capacidad técnica. Estas dos cualidades, vitales en la idea de juego de Pékerman, posicionan al delantero del Sporting de Lisboa como carta esperanzadora de Colombia. A raíz de lo anterior, y cuando se lo propone, el exgoleador del Barranquilla FC potencia su capacidad y ductilidad con el balón para beneficio de la Selección; reflejando ser un delantero que, aparte de registrarse en materia de goles, muestra sapiencia con la pelota e inteligencia para ubicarse a lo largo y ancho de la cancha. Todo esto, apuntando a la versatilidad que ha representado el delantero de ‘La Arenosa’, quien se ha retrasado –incluso- jugando como un media punta, pívot o estando en la línea de volantes de gestación. Siendo así, Teófilo ha demostrado ser un jugador con impresionantes habilidades para realizar desplantes y desmarques a sus rivales, mejorando su ubicación en el área y, así, estar presto para anotar en el arco rival, como lo hizo ayer en su primera casa futbolística (El Metropolitano) ante Perú. Por último, es menester recalcar lo imprescindible que es el barranquillero para la ‘tricolor’ (a pesar de ser considerado como un deportista polémico), donde su capacidad de entendimiento frente a sus compañeros es sinónimo de armonía en el campo, y resulta dichoso para cualquier entrenador contar con este talentoso futbolista. Por: Andrés Romero Álvarez // Nos leemos en @anferome