En el mundo del tenis, Novak Djokovic no es un jugador de tinte grises, los aficionados siempre se paran desde los dos extremos: amor y odio.
En Wimbledon se han producido de nuevo las mismas sensaciones hacia él y ahora volvió a estar en la polémica, tras un gesto en el juego contra Jannik Sinner.
'No tiene carisma', 'No es como Roger Federer o como Rafael Nadal', son las frases que se suelen escuchar a la hora de referirse a 'Nole', sin embargo, lo que si tiene es mucho tenis y cada vez que sale a la cancha lo demuestra de manera contundente.
Su más reciente título en Roland Garros lo han posicionado como el tenista con más Grand Slams y parece ser que seguirá por esa senda, destacándose así por encima de 'Big Three' (con Nadal y Federer).
A esta edición de Wimbledon llegó como uno de los favoritos y no fue ajeno a esa calificación, ronda tras ronda dejó claro que para ganarle no solo basta con jugar bien. Este viernes, Jannik Sinner no fue rival suficiente para un 'Nole' que cuando se encuentra en momentos complejos, no se deja amilanar y se impone.
Sin duda tiene una mente fuerte como pocos en el circuito. En medio de una de las juagadas frente al italiano, Djokovic se llevó críticas por un gesto. En primer lugar, falló un saque mientras la gente lo abucheaba. ¿Que hizo después? Sentenció el punto y se mandó la mano a los ojos como señal de lloriqueo.
Desde la agrada de nuevo se formó la algarabía. Lo cierto fue que el serbio se hizo grande y, con parciales de 6-3, 6-4 y 7-6, venció a Sinner y se metió en la final de Wimbledon.
Carlos Alcaraz lo espera en la final del torneo a Djokovic.
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