Los Ángeles Rams tienen en su receptor Copper Kupp, al jugador más decisivo de la temporada para tratar de vencer a los Cincinnati Bengals, en el Super Bowl LVI (56) del próximo domingo.
Kupp llega al duelo por el campeonato de la NFL en su mejor momento. A sus 28 años, se convirtió, en esta campaña, en el cuarto receptor en la historia en ganar la llamada triple corona al ser el líder en recepciones, 145; yardas, 1.947; y anotaciones, 16.
Con estas cifras, se unió a leyendas como Jerry Rice, considerado el mejor receptor de la historia de la NFL, quien lo consiguió en 1990 con los 49ers; a Sterling Sharpe, quien lo logró en 1992 con los Packers; y al jugador de los Phanters, Steve Smith, 2005.
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El entrenador de los Rams, Sean McVay, reconoció hace un par de semanas que, sin la influencia del dueño de la camiseta número 10, los Rams no habrían llegado al Super Bowl.
"Simplemente es un jugador especial, posee grandeza competitiva; con él sólo hay grandes atrapadas, tras grandes atrapadas. Está compitiendo en el juego terrestre. Hace muchas cosas. No tendríamos ninguna posibilidad de estar aquí hoy sin Cooper", aceptó McVay.
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Gran parte del repertorio ofensivo con el que cuenta el pasador de Los Angeles, Matthew Stafford, pasa por las manos de Cooper Kupp.
Entre los nueve receptores que atraparon un envío de anotación para los Rams en temporada regular y postemporada, el nacido en Yakima, Washington, recibió 20, por sólo seis de Odell Beckham y Van Jefferson, y cinco de Tyler Higbee, quienes le siguieron en 'Touchdowns'.
Además de liderar en yardas, anotaciones y recepciones en la liga, Kupp también fue el mejor en yardas conseguidas después de la recepción con 846.
Adicionalmente, sus números impulsaron la ofensiva por pase de los Rams a ser la quinta de la NFL; un dato que contrasta con la fuerza de su ataque terrestre, el número 25 entre 32 equipos, y el trigésimo en anotaciones por tierra con 10.
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Cooper Kupp llegó a Los Ángeles Rams en la tercera ronda del Draft de 2017 y de inmediato mostró su potencial al lado del entonces pasador Jared Goff. En su primera temporada sumó 869 yardas y cinco anotaciones.
El camino a jugar su primer Super Bowl lo detuvo una lesión de ligamento cruzado anterior, en 2018. El partido de campeonato de la NFL lo perdieron los Rams ante los Patriots por 13-3 sin el aporte ofensivo del receptor.
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Ahora, tendrá revancha e intentará que su equipo termine obteniendo el trofeo Vince Lombardi.
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