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Sun Yang, nadador que destruyó con un martillo una muestra de sangre, de nuevo metido en líos

La sanción podría dejarle afuera de los Juegos Olímpicos de París 2024.

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Sun Yang, nadador de China.
MARTIN BUREAU/AFP

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) dijo el sábado que investiga las acusaciones de que el nadador Sun Yang entrenó en instalaciones oficiales chinas pese a su suspensión de este deporte por cuatro años.

El periódico 'The Times' había informado de que el tricampeón olímpico estuvo entrenando en instalaciones financiadas por el gobierno contraviniendo los términos de su sanción, que se le impuso por destruir a martillazos una muestra de su sangre en un control antidopaje en 2018.

El diario señaló que Sun Yang fue fotografiado en una "instalación deportiva de alto rendimiento" como parte de la preparación para un posible regreso en los Juegos Olímpicos de París 2024.

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En caso de que el nadador, de 30 años, haya incumplido los términos de su sanción, el tiempo de inhabilitación podría reiniciarse dejándole fuera de los Juegos de París, según el 'Times'.

El portavoz de la AMA, James Fitzgerald, declaró a la AFP que el organismo antidopaje se toma las acusaciones "muy en serio".

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"Estamos estudiando el asunto y, como parte de ello, haremos un seguimiento con las entidades pertinentes, incluida la federación internacional de natación (FINA), para reunir más información y estar en condiciones de determinar si el nadador ha incumplido los términos de su suspensión", explicó Fitzgerald.

La suspensión fue dictada en junio por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que redujo una primera sanción por ocho años después de que el deportista chino recurriera al Tribunal Supremo Federal de Suiza por supuesta parcialidad.

La inhabilitación de cuatro años y tres meses, que empezó a contar desde febrero de 2020, excluyó al plusmarquista mundial de 1.500 metros libres de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y de los Juegos Asiáticos de 2022 en su ciudad natal, Hangzhou.

El nadador, que ya fue sancionado durante tres meses en 2014, se ha declarado siempre inocente de este caso, que comenzó con un control antidopaje por sorpresa en su domicilio.

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El nadador terminó destruyendo con un martillo una muestra de sangre, alegando que los controladores no tenían la documentación necesaria para proceder a ese análisis.

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