Este jueves, en el máximo escenario de la capital de la República, a las 9:55 p.m. el árbitro Nicolás Lamolina señaló el centro del juego para dar por finalizado el disputado partido entre la Selección Colombia juvenil y su similar de Brasil, en el que dejaron el alma por parte de bando y bando, por el hexagonal final del Sudamericano Sub-20. Cuando sonó el silbato llegaron los aplausos por parte de los 33.630 aficionados que se reunieron en el Nemesio Camacho El Campín, que estuvieron alentando de principio a fin a la 'tricolor'.
Y es que en este duelo, en el que ambos llegaron clasificados al Mundial de Indonesia, aún tenían en mente luchar por el título del Torneo Juventud de América, ambos obligados a sumar puntos para no darle ventaja al seleccionado de Uruguay que logró sumar su cuarta victoria de cuatro posibles mostraron su garra y temperamento desde los primeros minutos, en el que terminó destacándose el carácter más que la parte técnica.
Muestra de ello fue lo sucedido desde el minuto tres, cuando en una de las primeras acciones disputadas en la mitad del terreno de juego, Marlon Gomes realizó un cierre exitoso en el que terminó despejando el balón hacia el banquillo de suplentes de Héctor Cárdenas.En una acción que podía pasar desapercibida, el futbolista del Vasco Da Gama decidió celebrar a rabiar frente a los jugadores emergentes, despertando así la inconformidad de los mismos.
De inmediato y sin dudarlo un segundo apareció el capitán y jefe del mediocampo colombiano, Gustavo Puerta quien empujó al centrocampista brasileño reclamándole su reacción. Así se despertó un amague de bronca entre ambos bandos que terminó en amarilla para el jugador de la 'canarinha', según decretó el juez central argentino.
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Desde ese momento se vio la pasión con la que disputaron el compromiso y que se vieron a lo largo de los 90 minutos de juego, donde se evidenciaron acciones similares, ya fuera con el quite de balón de alguno, un regate o cualquier otra acción.
Tanto así que Vitor Roqué, el referente en ataque de la 'verdeamarela' se vio más enfocado en luchar el partido, que con oportunidades de cara al arco custodiado por Luis Marquines.
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Por otro lado, Jhojan Torres fue expulsado en el equipo local, tras recibir doble tarjeta amarilla en un periodo de siete minutos, que dejó en inferioridad numérica a los dirigidos por Héctor Cárdena, por media hora.
Asimismo, en otra prueba de la pasión impresa en el juego se evidenciaron las 30 faltas en total de los 90 minutos de juego, 16 de Colombia y 14 de Brasil.
No obstante, cuando sonó el silbato de Nicolás Lamolina todo quedó en el encuentro, 'cayeron' los aplausos de la tribuna y en los banquillos se vio un apretón de manos entre Ramon Meneses y Héctor Cárdenas, reconociendo la labor de cada uno.
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