Ángel Torres, presidente del Getafe, declaró que Luis Rubiales, máximo dirigente de la Real Federación España de Fútbol, no puede seguir "un minuto más en el cargo" y pidió su dimisión al ser preguntado por la situación del presidente tras su polémico beso en la boca a Jennifer Hermoso en la entrega de las medallas como campeonas del Mundial femenino.
"Lo que tiene que hacer es dimitir porque no se puede tolerar este comportamiento del presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Si no dimite, se le debe abrir expediente y sancionarle como ya se hizo con (Ángel) Villar. Rubiales no puede seguir un minuto más en el cargo", expresó el dirigente durante un acto este miércoles para presentar a su nuevo equipo de comunicación.
El máximo mandatario del conjunto madrileño remarcó que el Consejo Superior de Deportes (CSD) "debe actuar" y no esperar a la Asamblea extraordinaria convocada por el órgano federativo el viernes que solo sirve para ganar tiempo".
Ángel Torres, que señaló que no ha vuelto a participar en una Asamblea desde que "se echó a Villar" y "seguramente no vuelva", pero que tiene claro su posición al respecto, advirtió que este hecho puede dividir al pleno de la federación e incluso Rubiales puede "ganar la votación".
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El presidente, que subrayó que el fútbol español está dando una "mala imagen" y que este hecho perjudica a la candidatura con Portugal para el Mundial 2030, añadió que el técnico Jorge Vilda tiene que centrarse en entrenar y no pedir que jugadoras aparezcan "en vídeos".
"De momento hay tres denuncias y seguro que habrá más. Tenemos la candidatura del Mundial 2030 con Portugal y no podemos tener a alguien que ha dado esta imagen", concluyó el máximo dirigente del Getafe.
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Lo que dijo Rubiales tras el polémico beso a Hermoso: sus disculpas
En un vídeo enviado a los medios por la RFEF, Rubiales comienza diciendo que están "ante un hecho histórico, uno de los días más felices del fútbol español", el campeonato mundial, algo por lo que llevan "trabajando mucho tiempo" y se sienten "orgullosos".
"Pero también hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde, pues seguramente, me he equivocado. Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes", afirma.
"A partir de ahí, aquí no se entendía. Lo veíamos algo natural, normal, y para nada con ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra", asegura Rubiales.
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