El brasileño Taison, con un tanto en la prolongación, firmó la victoria (2-3) que permite al Shakhtar Donetsk seguir vivo en la Liga de Campeones y que condena al Hoffenheim, cuyo adiós, sin embargo, fue más que honroso por su valentía y fútbol atractivo.
El jugador sudamericano aprovechó a los 92 minutos con su tremenda clase un balón dentro del área y resolvió un partido precioso y tremendamente emocionante en el que los dos contendientes se jugaban la vida. Fue un partido típico del Hoffenheim, con llegadas, goles, remontadas, atrevimiento, coraje y emoción.
A expensas de lo que ocurriera con el Lyon-Manchester City, los dos necesitaban la victoria para mantenerse con opciones. Al final, el Shakhtar sobrevivió a la locura y aún puede luchar por estar en los octavos, para lo que necesita ganar al Lyon en Kharkiv. El conjunto germano peleará por la Liga Europa ante el City, aunque no depende de sí mismo.
Era un choque calificado como final en el propio programa de la contienda, sorprendieron ambos técnicos de salida con su disposición táctica. Julian Nagelsmann se decantó finalmente por defensa de cuatro y Paulo Fonseca de cinco con tres centrales y dos laterales de largo recorrido. Y aunque pareció que salió mejor el Hoffenheim, fue el Shakhtar el que golpeó primero.
Lo hizo con contundencia. En el espacio de apenas un minuto (14 y 15) se situó 0-2 con goles de los brasileños Ismaily y Taison ante la atónita mirada de la fervorosa hinchada germana.
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Pero como casi siempre ocurre en los partidos del Hoffenheim, en los que la diversión parece estar asegurada, su empuje le permitió primero recortar distancias por medio del croata Andrej Kramaric (m.17) para completar un inicio de partido espectacular y luego de igualar con una diana del suizo Steven Zuber (m.40).
El empate, si el Lyon no perdía con el Manchester City, dejaba sin opciones de llegar a octavos a ambos equipos, pero el que tras el descanso propuso más en ataque fue el bloque del jovencísimo técnico Nagelsmann.
Daba la sensación de que un equipo formado para el manejo del balón renunciaba a ello, pero el Shakhtar tuvo la fortuna de encontrar la protestada expulsión del húngaro Adam Szalai por ver dos amarillas seguidas (m.58 y 59).
El Shakhtar trató de aprovechar su superioridad numérica. Adelantó la línea de presión y trató de recuperar el balón. Pero aún así el Hoffenheim se sobrepuso al mazazo y fue el que siguió creando peligro, tanto que rozó el tercer tanto en varias llegadas, sobre todo con un tremendo disparo de Zuber que se estrelló en el larguero (m.69).
Despertó de nuevo el Shakhtar ante la necesidad y el partido pasó a tener dos direcciones. Enloqueció para bien del espectáculo y las ocasiones se sucedieron en ambas porterías.
Schulz y Reiss Nelson pudieron adelantar de nuevo al Hoffenheim. Respondiereon los ucranianos. Llegaron mejor al tramo final y tras rozar el tanto del triunfo por medio de Taison (al palo) e Ismaily, éste por partida doble (la segunda también a la madera), lo encontró en la prolongación gracias a la tremenda calidad del hombre que marcó la diferencia, Taison.
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