Si de jugadores clave se trata, Wilmar Barrios es uno de ellos. En la mitad de la cancha, siempre se ha batido como todo un 'león', 'mordiendo' a sus rivales. Por eso, este sábado 3 de julio, no fue la excepción.
Independiente del hombre que lo acompañe, siempre resalta. Y es que, si bien, en esta ocasión, no tuvo a su habitual dupla, Mateus Uribe, sino que contó con Gustavo Cuéllar, Barrios cumplió con su trabajo.
Nunca negó un balón, siempre estuvo dispuesto a cubrir la espalda de sus compañeros y se convirtió en el gran dolor de cabeza de sus rivales, en especial, de los delanteros Luis Suárez y Edinson Cavani.
Con su excelente 'timing', desactivó infinidad de intentos de ataque de la selección uruguaya. Además, tras recuperar el balón, fue el primer pase de salida para varios intentos de contragolpe de la tricolor.
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Si bien su zona oscila en dos y tres cuartos de cancha, no es de extrañar que, con su sacrificio, Wilmar también participe en el primer cuarto del terreno de juego para hacer doblajes en marca y apoyar a la defensa.
En pocas palabras, Wilmar Barrios fue un 'gladiador', en el Mané Garrincha. Inteligente, ordenado, solidario, rendidor y cumplidor son algunas de las cualidades que describen lo hecho frente a los 'charrúas'.