Volvimos a ver a la Selección Colombia que le gusta al país, a la que ilusiona e invita a soñar. El triunfo 2-0 de este martes sobre la siempre encopetada Alemania, siendo visitantes, no solamente queda para la historia por ser la primera victoria en los enfrentamientos contra los cuatro veces campeones del mundo, sino también como un grato recuerdo por el trabajo en equipo, la solidaridad en la cancha en la que oficia de local Schalke 04, la voluntad y espíritu de lucha y por el fútbol practicado durante los 90 minutos.
También queda en la memoria por ser el mejor juego en la era del profesor Néstor Lorenzo al frente del seleccionado colombiano, ya que evidentemente se va progresando en la cohesión de equipo, en la estructura e idea táctica, en este caso con figuras incorporadas como Juan Guillermo Cuadrado y Luis Díaz, quienes anotaron los goles y además lideraron el equipo en el terreno de juego frente a una Alemania que alineó lo mejor que tiene en la actualidad.
En ese aspecto hay que decir que poco a poco se va estructurando la renovación de la nómina, tras el golpe que significó la ausencia en el Mundial de Qatar 2022. La consolidación de Jhon Janer Lucumí en la zaga central, con esas cualidades de velocidad, buen posicionamiento, aplomo y seguridad; y la aparición de Deiver Machado por la lateral izquierda jugando a buen ritmo, marcando con fortaleza y proyectándose al ataque con criterio y cambios de ritmo son de por si buenas noticias pensando en el arranque de las Eliminatorias Sudamericanas a la Copa del 2026.
Aunque no jugó contra los 'teutones' por una virosis, da alegría ver jugando con naturalidad y desparpajo a Jorge Carrascal, un '10' moderno, siempre con dinámica y frontal, además de una rica calidad técnica para representar el futuro en una posición en la que se necesita recambio.
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Junto a estos nuevos que poco a poco van siendo realidad, hay que destacar a Yerry Mina, quien jugó un partidazo frente a Alemania, a un Jéfferson Lerma que con un trabajo silencioso y cumplidor parece ganarse la confianza del profesor Lorenzo; a Mateus Uribe cumpliendo con su labor en la zona de volantes y a un Rafael Santos Borré, quien aunque no anotó, se puso el overol y nunca dejó de luchar y guerrear todos los balones con los duros defensas de Alemania.
Para destacar también que el entrenador y su cuerpo técnico también están formando familia, un grupo sólido en el que todos trabajen por una misma causa y por esa vía encontrar los mejores resultados en las Eliminatorias, que comenzarán en el mes de septiembre próximo.
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No resta sino decir que como vamos, vamos bien y que la Selección Colombia quiere revivir y ser protagonista de primer nivel en la Conmebol y tener trascendencia internacional, como queremos todos en el país.
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