Para cualquier futbolista, haber jugado solo 22 partidos, marcado dos goles y brindado cuatro asistencias, en un año, no son registros de los que se sentiría orgulloso. Sin embargo, existen varias razones por las que pudo haber sucedido; por lo tanto, sacar conclusiones apresuradas no es lo correcto. Este es el panorama, justamente, del volante James Rodríguez , en Sao Paulo , un caso que ha llamado la atención, teniendo en cuenta su presente en la Selección Colombia .
A pesar de la falta de minutos, la poca continuidad, las lesiones y el no contar con el respaldo de su entrenador, en el club, está firmando una Copa América para enmarcar. Se puso la 'tricolor' y se transformó: seis asistencias, un gol y haber sido elegido como figura, en repetidas ocasiones, confirman su buen rendimiento. Y es que, independientemente de cualquier cosa, la magia, calidad, técnica, visión de juego, talento y profesionalismo nunca se pierden ni se olvidan.
Así lo entendieron, desde el principio de su carrera, quienes confiaron en él, como lo hizo Jorge Burruchaga, campeón del mundo con Argentina, en 1986; medalla de bronce en la Copa América de 1989; y quien hizo debutar a James Rodríguez, en Banfield. Al respecto, habló, en entrevista exclusiva con Gol Caracol, viajando en el tiempo, recordando cómo fue aquel momento con el volante cucuteño y analizando su actualidad, tema del que muchos opinan a diestra y siniestra.
"A James, lo puse en la primera de Banfield, en 2008, cuando él tenía 16 o 17 años. El fútbol se compone de características, las cuales arman un buen o mal equipo, entonces debes unirlas a favor del club. Cuando se logra, se nota reflejado dentro del campo, como lo que pasa con James Rodríguez, al estar rodeado de Luis Díaz, Jhon Arias, Richard Ríos, Jefferson Lerma y los laterales", afirmó de entrada, poniendo la lupa sobre el '10' de la Selección Colombia.
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Que porte la cinta de capitán no es ninguna casualidad y su crecimiento tampoco. "El hecho de contar con esa clase de futbolistas, da posibilidades de juego, pase, pegada, pelota quieta, remate, en fin, lo que le ayuda a James. Así que, más allá de la falta de ritmo, tiene sabiduría, experiencia y calidad. Ya tiene 33 años y eso conjuga muy bien con la necesidad del equipo, de ser un líder y ahí es donde sorprende, que, en realidad, para mí no es tan sorpresa", añadió.
Por supuesto, el 'granito de arena' del jugador es el más importante, pero, como en la vida, siempre será necesario tener un voto de confianza, un leve 'empujón'. "Néstor Lorenzo logró unir las características, poner las condiciones de James, al servicio del equipo y que los demás se acostumbren a él. Por ejemplo, el pase gol a Luis Díaz, contra Panamá, no lo hace cualquiera. Fue una genialidad como de Maradona, de Messi; no les puedes faltar al respeto porque tienen magia", dijo.
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Pero llegar a ese punto, no fue de la noche a la mañana. Ha corrido mucha agua bajo el puente. Envigado, Banfield, Porto, Mónaco, Real Madrid, Bayern Múnich, Everton, Al Rayyan, Olympiacos y Sao Paulo son los equipos que han disfrutado del 'crack' colombiano, pero también han sido testigos directos de los malos momentos, decisiones dudosas, bajo nivel y todo por lo que se le ha llegado a señalar. Ha habido un crecimiento, eso es claro, y no es simple percepción.
"Cuando lo tuve, era muy chiquito, no estaba adaptado al fútbol argentino y empezó de a poco, pero se le veía la pegada, su gambeta y la decisión. Lógicamente que hay algo en la vida y no solo en el fútbol, que no se compra y es la experiencia, lo cual lleva a madurar. El James de ahora es como es, gracias a los caminos que transitó, fallando, acertando, insistiendo, batallando, creciendo, en fin", puntualizó Jorge Burruchaga, en la charla, mano a mano, con Gol Caracol.
Casos como estos hay por montones, unos más complejos que otros, pero la clave es nunca bajar los brazos, como bien lo contó el entrenador. "Puede ser similar a lo que le pasó a Lionel Messi, de tantos mundiales sin poder ganar, pero siempre luchándolos, termina ganando después de mucho. Nunca hay que dejar de lado las ganas, el deseo, el sueño, la ilusión, el seguir y pelear hasta lograrlo, y en eso James, hizo callar a mucha gente", puntualizó el estratega.
"Todos pensaban que ya no podía más, que jugaba por el apellido y vea lo que hizo. Dentro de la cancha, James Rodríguez está demostrando por qué Néstor Lorenzo apostó por él, se la jugó y le dio la confianza de ser el conductor de la Selección Colombia que está brillando en Copa América. Su calidad y técnica es innegable, y cerró bocas con esas actuaciones, a lo largo del certamen. No está ahí, solo por su historia o pasado en el equipo", sentenció.
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James Rodríguez, un 'calidoso', como se dice en Colombia, que está decidido a renacer de las cenizas y la Copa América, en Estados Unidos, puede ser el punto bisagra. Aquel que surgió en Envigado, irrumpió en Banfield, brilló en Porto, se lució en Mónaco, vistió las camisetas de gigantes como Real Madrid y Bayern Múnich, y tuvo altibajos en Al Rayyan, Olympiacos y Sao Paulo, aspira a volver a enamorar a millones. Quiere escribir la palabra 'CRACK', en mayúsculas.