Mucho se ha hablado de la renovación, de la nueva sangre que puede llegar a la Selección Colombia , pues este martes 27 de septiembre, en el compromiso preparatorio contra México, esas caras juveniles fueron pieza clave para lograr la remontada y llevarnos la victoria por 3-2, en el estadio Levi's, en Estados Unidos.
¿De quiénes hablamos? Luis Sinisterra y Jorge Carrascal, quienes ingresaron en el entretiempo, por Radamel Falcao García y Steven Alzate, respectivamente, y le cambiaron la cara a la 'tricolor', no solo en lo futbolístico, sino que también en lo actitudinal, demostrando que no les pesa ni poquito asumir este rol.
El primer tiempo del combinado patrio no fue precisamente el mejor. De hecho, finalizó con victoria parcial, 0-2, del cuadro 'manito'. Sin embargo, para la parte complementaria, el director técnico, Néstor Lorenzo, pateó el tablero, se la jugó por los de la nueva generación y le respondieron en cancha de qué manera.
Por un lado, Luis Sinisterra, tal y como lo hacía en Feyenoord y, ahora, lo hace en el Leeds United, dijo presente con su olfato goleador. Al minuto 49, ganó por los aires, tras un espectacular centro de Juan Guillermo Cuadrado, conectó de cabeza e infló las redes, al vencer al guardameta Guillermo Ochoa.
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Pero no se detuvo ahí. Con su hambre de gloria, fue por más y, en ese momento, apareció la conexión que, parece, podrá dar grandes resultados. Jorge Carrascal, con su característica magia, dejó en el camino a cuanto rival se le cruzó en el camino, se hizo un espacio y envió un centro perfecto en el área.
Esa asistencia del hombre del CSKA Moscú dio frutos. Así como lo demostró en Ucrania, con el FK Karpaty Lviv, en River Plate y, en la actualidad, en la Liga de Rusia, su calidad y técnica sorprenden a sus rivales, quienes no saben cómo detenerlo; no es ninguna casualidad, que le digan 'el Neymar colombiano', apodo que le acuñaron en sus tiempos en el Karpaty.
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Lo cierto es que el 'pase de la muerte' que puso el cartagenero llegó a los pies de Luis Sinisterra. Cerca del área chica y sin dudarlo dos veces, sacó un potente remate de primera intención, que le valió para volver a anotar: su segundo tanto en la cuenta y el tercero con la Selección Colombia.
La nueva generación llegó para quedarse y, con esa maravillosa presentación, están dando de qué hablar, ganándose los corazones de millones, convenciendo con su fútbol y tomando este peso que no es nada fácil de llevar, pero que, al fin y al cabo, han sabido manejar y van con toda.