El curso que le faltaba a Luis Díaz , en la Selección Colombia , lo aprobó este miércoles 10 de julio. Como líder y referente, tomó las riendas en un partido que no fue nada fácil, frente a Uruguay , por las semifinales de la Copa América . Fue puro corazón, apelando a la garra, entrega, amor, pasión y sacrificio. Y es que no solo se limitó a darlo todo en ataque, sino también aportar en la defensa.
La manera en que se desarrolló el compromiso llevó a que 'Lucho' se 'echara al hombro' al equipo. Los puntos bisagra fueron la expulsión de Daniel Muñoz , la lesión de Richard Ríos y la amarilla de James Rodríguez, que desencadenó en que lo cambiaran. Cada uno de esos factores generó que el guajiro quedara en cancha, tomara las riendas y batallara como nunca, mano a mano con todos.
Luis Díaz fue un guerrero, nunca 'arrugó' y no tuvo miedo de absolutamente nada. Fue de frente, aguantó balones, se convirtió en un dolor de cabeza para los rivales e incluso recibió más de una dura infracción. De hecho, fue el responsable de que amonestaran a más de uno en Uruguay, ya que nunca supieron cómo frenarlo, salvo contadas veces, haciéndole doblajes en las marcas.
Su despliegue fue tan impresionante que el mapa de calor muestra varias zonas rojas, en especial en la mitad del campo y un poco más atrás. Esta vez, no influyó tanto en la delantera por obvias razones, pero es que se puso el overol y no le quedó grande; por el contrario, asumió ese rol con jerarquía y lo sacó adelante. El desgaste fue impresionante, hasta que decidieron sacarlo.
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El director técnico, Néstor Lorenzo, entendió que era momento de darle un nuevo aire a la Selección Colombia y fue así como, al minuto 85, Luis Díaz salió del terreno de juego para darle paso a Luis Sinisterra. Aplausos, reconocimiento, abrazos, aplausos, de pie, todo se merecía 'Lucho', quien no tuvo problema en tener otro rol desconocido, pero que confirma que es todo un 'crack'.