Atrás quedó el trago amargo de la final de Copa América . Si bien, en su momento, hubo tristeza, dolor, rabia, impotencia y uno que otro llegó a afirmar que no volvería a ilusionarse, es imposible sentir eso hacia la Selección Colombia . La 'tricolor' ha sido, es y será sinónimo de alegría, unión, emociones positivas y la que nos hace olvidar de lo malo por un instante.
Algunos dirán que es solo un partido, que son solo once jugadores detrás de una pelota o que, simplemente, es efímero. Y puede que tengan razón. Sin embargo, nadie nos quita lo bailao'. Son días de felicidad y fiesta, donde el país tira hacia un mismo lado, millones de corazones laten más fuerte y no hay nada ni nadie que importe más que el combinado patrio.
Por eso, Barranquilla, ciudad sede de la escuadra nacional, se paraliza. Las calles están pintadas de amarillo, azul y rojo, el tema de conversación es el equipo de Néstor Lorenzo y, ahí, es donde surgen preguntas frecuentes y que, a veces, suelen ayudar a 'romper el hielo': ¿Cómo ve el partido?, ¿Le ganamos a Argentina?, Vienen sin Messi, ¿no?, entre otras tantas.
Y sí, otra vez 'la Albiceleste' es el rival a vencer. Es imposible no pensar en los fantasmas de la final de Copa América, en la que Lautaro Martínez aguó la fiesta con un gol en los últimos minutos del tiempo extra . No obstante, somos expertos en pasar la página, levantar cabeza y volver a alentar, o sino que lo diga el banderazo que se vivió en el hotel 'cafetero'.
📽️ ¡𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜 𝙲𝚘𝚕𝚘𝚖𝚋𝚒𝚊! 🇨🇴#TodosSomosColombia🇨🇴 pic.twitter.com/JyA1vBCWh2
— Selección Colombia (@FCFSeleccionCol) September 10, 2024
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Cientos de personas acudieron a la concentración de la Selección Colombia para hacerles saber a los futbolistas y cuerpo técnico que su gente no abandona. Cantos, música, camisetas, banderas, pólvora, en fin, de todo se vio a las afueras del hotel. Por supuesto, los integrantes del conjunto 'tricolor' respondieron, salieron a la calle y compartieron con la mayoría.
Y esa fue solo la previa, porque esta clase de compromisos, se juegan desde el día uno hasta que suena el pitazo final en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Cada detalle cuenta y el aliento de los hinchas siempre será fundamental. La locura es tremenda en Barranquilla, a donde llegan de todas las partes del país. Hay unión, fiesta y un lindo 'pálpito'.
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