El hijo al borde del llanto celebrando goles y su mentor en la tribuna envuelto en lágrimas porun triunfo histórico ante Brasil. Colombia , con la bendición del padre recién liberado de Luis Díaz y su historia de amor, asciende en la eliminatoria al Mundial.
"Lucho" jugó el jueves en Barranquilla como si estuviera galopando en solitario frente a la pentacampeona del mundo y como si su papá Luis Manuel, conocido en el todo el país con el cariñoso apodo de "Mane", fuera la única persona en la tribuna alentándolo.
Corrió, peleó, remató y marcó dos goles de cabeza como le enseñó ese hombre rechoncho y amante de la música vallenata que lo entrenó cuando era niño en la escuelita de fútbol de Barrancas, el poblado en el que fue secuestrado el 28 de octubre por la guerrilla del ELN hasta su liberación 12 días después.
Sin estudios pero con ganas de que "Luisfer" se convirtiera en una estrella del fútbol le insistía en que debía aprovechar su velocidad y hacerle honor al portento físico de la etnia wayuú, de la que la familia es descendiente.
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Luis aplicó esas indicaciones y la emancipación fue doble: La victoria 2-1 ante Brasil, primera en la historia de las eliminatorias mundialistas, perfila al equipo del DT Néstor Lorenzo como uno de los mejores rumbo al Mundial de Norteamérica-2026, por detrás de Argentina y Uruguay.
Además dio a un país afectado por casi seis décadas de conflicto armado una alegría reflejada los rostros de la familia Díaz. "Esto para mi significa salir adelante (...) ¡Que viva la libertad y que viva la paz para Colombia", dijo Luis Manuel emocionado.
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"Emociones encontradas"
La afición en Barranquilla cantó el "olé, olé, olé, Lucho". Cuando Luis empezaba a llamar la atención por desempeño en la selección indígena de Colombia "Mane" cocinaba alimentos y los vendía en Barrancas para poder pagar sus viajes a esa ciudad, donde debutó con el Junior.
En la doble fecha eliminatoria antes del secuestro Díaz había sido un villano. En el Metropolitano ante Uruguay erró opciones claras que impidieron a la selección cafetera conseguir una victoria (resultado de 2-2) y en Quito falló un penal en el 0-0 ante Ecuador.
La historia parecía que se repetía hasta el minuto 75, pero el extremo izquierdo le cumplió a su guía, que esperaba en un palco con un rosario colgando en el cuello. "Lucho se merecía todo esto después de lo que pasó", concedió Lorenzo en rueda de prensa.
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Mane unió al país en contra del secuestro y Luis a una selección que enfrentará el martes a Paraguay con el deseo de seguir subiendo escalones en la tabla. Es "un equipo que emociona y que transmite (...) Fue una semana de muchas emociones encontradas, empezamos rezando para que aparezca el papá y terminamos celebrando los dos goles de Lucho, seguramente (dedicados) para su padre que ha sufrido tanto", añadió Lorenzo.
Según la delegación del gobierno que negocia la paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) el fin de los secuestros será de ahora en adelante una condición para mantener las negociaciones de paz que empezaron en noviembre de 2022. Esa organización guerrillera, la más antigua de América, tiene a una treintena de personas retenidas.
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Fuerte y valiente
A esta altura de la eliminatoria pasada Colombia era un equipo dividido que acababa de perder a su entrenador, el portugués Carlos Queiroz, por goleadas en contra. Rumores señalaban supuestas peleas dentro del plantel que no clasificó a Catar-2022.
Al terminar el encuentro ante Brasil James Rodríguez, que buscó incansablemente a Díaz para ayudarle a marcar un gol y lo asistió en el segundo tanto, salió abrazando a su colega. "En los últimos 15 días creo que la ha pasado mal, desde la distancia intenté estar con él y creo que todo el grupo, este es un grupo de muchos hermanos", dijo el '10' a los medios. Díaz cerró la noche emotiva con un pequeño mensaje: "Hemos pasado por momentos duros, pero la vida te hace fuerte y valiente".