Jhon Durán es uno de los jugadores de nuestro país consolidado en Europa, brillando a punta de goles en Aston Villa y con ganas de escribir su historia, también, con la Selección Colombia de mayores .
Y ante los constantes llamados de Néstor Lorenzo, con opciones de jugar este martes en Colombia vs. Chile, de las Eliminatorias Sudamericanas; en Gol Caracol le contamos la historia en el fútbol del joven delantero paisa, todo en las palabras de su formador, el profesor Wilberth Perea, clave en su crecimiento en Envigado, en Selección Antioquia y para forjar el goleador que es en la actualidad.
¿Cómo es la historia de Jhon Durán en el fútbol?
“A John lo conocí desde que llegó aquí a los 11 años, al Baby Fútbol. Lo trajo el profe ‘Chucho’ Betancur, y estuve haciéndole seguimiento. Luego tuve la fortuna de recibirlo en Envigado en la categoría sub-15, cuando él tenía tan solo 14 años. Fue algo muy espectacular, porque, en principio él jugaba como extremo. No tenía las mejores condiciones, y observamos que podíamos convertir a ese chico en un centro atacante por su capacidad física, brindándole información y formación. Fue una apuesta bastante interesante y, gracias a Dios, dio buenos resultados. A veces lo conversamos, y a él le causa mucha risa, porque fue algo que sucedió de manera muy natural. En la Sub-15 lo tuve en Envigado. Luego, cuando me fui a la Selección Antioquia, también lo convoqué, junto a Yaser Asprilla. Fue una dupla espectacular y una experiencia muy bacana”.
¿Qué era lo que le faltaba a él y ustedes potenciaron?
“Él siempre ha sido un jugador muy rápido, con muy buena condición técnica. Jugaba de extremo, pero no tenía una capacidad resolutiva muy buena. Entonces junto a mi asistente, el profe James Rodríguez, papá de James, que era mi asistente en esa época, observamos en él detalles que nos hicieron pensar que podríamos reconvertirlo en un centro atacante. En un principio generó mucha polémica, porque cómo íbamos a cambiarle la posición ya a los 15 años, cuando ya traía información y formación. Comenzamos a brindarle, primero, que conociera un poco acerca de la posición; luego, de la función, conocer un poco el área, todo lo que se debe hacer dentro y fuera de ella. A John no le gustaba mucho la idea de sentarse frente a un computador a observar movimientos, para después llevarlo al campo. Fue un trabajo bastante tedioso, dado que teníamos un alumno en un colegio”.
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¿Cómo era Durán como persona?
“Siempre fue extrovertido. Le costaba mucho seguir las normas, sin embargo, aprendí a conocer a la persona. A veces tenía dificultades de orden disciplinario, pero cuando entendí todo su contexto, su entorno, me senté a conversar con él, dejándole normas claras, escuchándolo un poco; como te reitero, entendiendo a la persona. Eso fue muy importante, porque a partir de ahí supe cómo direccionar su camino y diseñar un plan estratégico bastante significativo para su crecimiento multidimensional”
¿Cuándo debuta John Jader?
“Eduardo Lara lo puso a debutar, recuerdo que el profe me llamó como a las 10 de la noche. Me dijo: "Háblame un poquito de ese muchacho Durán, cuéntame un poco de él". Luego me di cuenta de que lo habían citado al primer equipo, y yo lo acompañé ese día a su primera práctica. Le fue muy bien, compitió y llamó mucho la atención. A partir de ahí, creo que el profe y los directivos estaban aún más seguros de lo que John podía ofrecer. Creo que fue un acierto bastante importante”.
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¿Imaginaba que lograría ser reconocido a nivel mundial?
“La verdad, no me sorprende, porque John Durán evolucionó de una manera muy rápida. Era muy dedicado; incluso, cuando hacíamos los trabajos en el Dorado, recuerdo que a veces nos quedábamos 20 o 30 minutos más, trabajando un poco en su formación como centro atacante. A veces, cuando lo notaba cansado, que ya no quería seguir, siempre le reiteraba: "Maestro, hay que trabajar, hay que mejorar. Hoy estás aquí en el Dorado, pero mañana puedes estar pisando los mejores estadios del mundo, enfrentando a los mejores jugadores del planeta". A él le causaba mucha risa porque le decía: "Uy, profe, ojalá", y creo que eso se hizo realidad”.
¿Ha vuelto a hablar con él?
“Sí, cuando viene en sus vacaciones o tiene la oportunidad, conversamos. Él entrena con los muchachos. Hablamos bastante, y siempre me dice lo mismo: "Profe, muchísimas gracias, porque cada esfuerzo, a pesar de que fue muy difícil, valió la pena. Hoy en día soy lo que soy, y siempre te agradezco”.
¿Tienes alguna historia o anécdota que recuerdes con John Jader?
“Jhon tenía dificultades en el colegio, y a mí me tocaba ir a solicitar el permiso. Cuando llegué a la portería, lo primero que me dijo el coordinador académico, al autorizar mi ingreso, fue: "Profe, si lo encuentra en el salón, le doy permiso por todo el resto del año". Me puse muy feliz e ingresé, pero resulta que John Jáder no estaba en el salón. Salí muy furioso hacia su casa, que vivía cerca, y el hombre estaba relajado, por ahí acostado en una silla, descamisado, escuchando música reggaetón. Ese día casi lo agarro de las orejas. Lo regañé durante unos 30 minutos, diciéndole muchas cosas”
¿Jhon Durán está para ser un delantero mundial?
“Sí, a mí me parece que él sigue los pasos de un gran goleador como lo es Falcao a nivel mundial. John Jader está haciendo un buen trabajo, está trazando un camino, y creo que tiene mucho de qué hablar, porque el profe Unai Emery y el profe Néstor Lorenzo lo están guiando, y eso es fundamental”.
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