El pasado sábado 16 de marzo, fue el debut de la Selección Colombia femenina Sub-17 en el Sudamericano de dicha categoría. El rival de turno fue Venezuela, en el estadio Arsenio Erico, en Asunción (Paraguay), ciudad sede de este campeonato. Los primeros minutos fueron completamente tranquilos, con pocas emociones y sin acción en las respectivas áreas.
Sin embargo, se presentó un hecho que llamó la atención. Se jugaba el 22', cuando la guardameta de la 'vinotinto', Valeria Rebanales, tomó la pelota con sus manos , con el fin de cortar un avance del combinado patrio. Segundos después, soltó la pelota y ante la presión de una de las futbolistas de la 'tricolor', Nicol Rojas, volvió a coger el balón y se sancionó falta.
La jueza central no dudó en pitar tiro libre indirecto. Recordemos que lo hecho por la arquera es antirreglamentario. Cabe aclarar que el tiempo máximo que pueden tener la pelota en su poder es de ocho segundos y además una vez en el suelo, tampoco pueden volver a tomarla. Esto es considerado como una pérdida de tiempo y, por eso, se paró el compromiso.
Posteriormente, la Selección Colombia femenina Sub-17 tuvo la oportunidad de inflar las redes, en lo que fue una de las más claras, pero la desaprovechó. La jugada de laboratorio no salió como se esperaba y todo terminó en posesión de la 'vinotinto'. Así las cosas, todo terminó 0-0, en el primer tiempo, donde no hubo tantas emociones en el Sudamericano .
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