Lo que hizo la Selección Colombia este miércoles frente a Uruguay fue fabuloso, es decir nos enseñó a los colombianos algo y este mensaje lo quiero dirigir a todos. A veces, se gana jugando y llegó hasta esta instancia de semifinal jugando, pero a veces se clasifica a una final, como lo acaba de conseguir, también luchando.
El seleccionado colombiano supo hacer del partido, en medio de la inferioridad numérica, un duelo de carácter y lo que montaron los jugadores de la Selección Colombia fue realmente fabuloso, porque en la inferioridad numérica, lo primero que usted debe hacer si va ganando, es reducir espacios hacia atrás y tratar de contragolpear. Eso fue lo que hicieron los nuestros.
Incluso, al final tuvimos dos oportunidades para alargar el marcador, que hubiera sido un batacazo peor para la Selección de Uruguay. Hay que recordar que en las dos últimas ediciones, ellos se han ido a casa por manos de Colombia.
Ya al pasar a otros detalles, el llanto de James Rodríguez es su propia revancha. Lo más fácil es decir que James tuvo la revancha frente a los medios o frente a los críticos, que los tienen todos los jugadores del mundo. James tuvo la revancha contra el James que no tuvo una muy buena relación con la tarea de marcar, por su inconformidad con las tareas tácticas en los equipos en los que ha pasado .
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Aquí lo que queda comprobado es que a James se le saca 'el mayor jugo' cuando tiene técnicos que los consientan, que lo mimen y lo entiendan. Esa ha sido la clave de Lorenzo.
Mientras James tengan a jugadores como a Jhon Arias, Luis Díaz y Jhon Córdoba el va ser el 'rey' en la Selección Colombia y Néstor Lorenzo leyó muy bien eso y por eso tenemos a James y a la Colombia que llegó a la final.
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Por Javier Hernández Bonnet
Director general de Gol Caracol
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