Hace un año, el 26 de febrero de 2021, fue encontrado muerto en Dublín el que fuera entrenador de porteros de la selección Colombia Des McAleenan, y este domingo el portugués Carlos Queiroz recordó que tres meses antes su amigo irlandés quedó aislado y sin apoyo, con covid-19, en un cuarto de hotel de Bogotá.
El exseleccionador de Colombia y actual conductor de Egipto evocó el triste final de McAleenan al aclarar las circunstancias de su salida del cargo en Colombia y rectificar versiones que daban cuenta de que él había presentado su renuncia a la Federación Colombiana de Fútbol.
En una carta publicada por el diario Marca Colombia, Queiroz explicó que el irlandés se contagió de covid-19 durante noviembre de 2020 "en pleno ejercicio de sus funciones".
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Quedó "aislado en un cuarto de hotel de Bogotá y sin apoyo, mientras el resto del staff salía hacia Barranquilla para cumplir con los compromisos" de eliminatorias del Mundial de Catar.
Los Cafeteros fueron goleados por Uruguay por 0-3 y tres días después fueron avasallados por Ecuador en Quito por 6-1. Los dos resultados precipitaron la salida del portugués y de los miembros de su equipo de colaboradores.
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"Al regresar a Bogotá nos encontramos con una persona en un estado de depresión importante, sumado a esto la decisión de la Federación de echar al cuerpo técnico, empeoraron la situación, llevando a Des McAleenan a terminar con su vida", agregó el portugués en la misiva.
El irlandés, de 53 años, era el entrenador de porteros de Carlos Queiroz en la selección de Colombia.
TESTIMONIO DE UN AMIGO
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Se da la circunstancia de que Des McAleena, "una persona que psicológicamente no era muy fuerte", apuntó el año pasado a Efe Océano Cruz, exasistente de Queiroz que agregó que su amigo vivió los últimos tres meses de su vida con demasiados infortunios.
Tras la destitución de Queiroz en diciembre, relató Cruz, "cada uno se fue para su casa y Des se marchó a Irlanda con su familia".
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"Hablábamos en grupo o en privado con él la mayoría de los días", explicó Cruz y detalló que McAleenan "era una buena persona y todo el cuerpo técnico manteníamos una amistad muy grande".
Precisamente antes de aquella fatídica doble jornada de noviembre, McAleenan reveló en una entrevista con el medio irlandés The 42 todo lo que sufrió por cuenta de la depresión.
Por ejemplo, contó que cuando regresó a su país tras trabajar en el Al Hilal de Arabia Saudí en 2014 tuvo una "horrenda pelea con la depresión" y que quería renunciar "al fútbol, a todo".
"Fue chocante, fue una cosa horrible la que viví", dijo entonces McAleenan, que como preparador de porteros trabajó también en el equipo sub'20 de Estados Unidos y del New York Red Bulls, así como fue director de la Academia Internacional del West Ham United.
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Los especialistas remarcan que las muertes por suicidio nunca tienen un único detonante, sino que son el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento. Las personas con conductas suicidas y sus allegados pueden recibir ayuda las 24 horas llamando a la línea de emergencia nacional en Colombia 123.
Además, regionalmente existen recursos para acudir en caso de necesitar ayuda (en Bogotá la línea 106 o en Medellín la línea amiga saludable 444 44 48).
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A nivel nacional la Fundación Sergio Urrego tiene habilitada la línea Salvavidas a través del teléfono o whatsapp +57 311 766 86 66, donde pueden acudir quienes estén en condición de vulnerabilidad, maltrato intrafamiliar, ideación suicida o violencia de género.
Acá la misiva de Carlos Queiroz:
"Tras las recientes declaraciones del vicepresidente de la Federación Colombiana, Álvaro González Alzate, publicadas en Marca Colombia, me corresponde, en nombre de la verdad, y por respeto a mi staff, a los demás dirigentes del Fútbol Colombiano y para todos los hinchas de la tricolor, utilizar el derecho de réplica para aclarar lo siguiente:
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Nunca he presentado una solicitud de renuncia a mi rol como entrenador de la Selección Colombia, quedando esto claramente evidenciado en los documentos de indemnización que la Federación Colombiana propuso firmar, para garantizar mi destitución.
Mi salida de la selección Colombia o "Cajón" fue, como es bien sabido, el resultado de un trabajo fino realizado por el propio González Alzate, figura con un vasto y reconocido currículum que trabaja detrás de bambalinas en el Fútbol Colombiano, que aprovechando el poder y los votos que maneja ejerce presión, inclusive sobre sus pares, para alcanzar sus intereses personales. Y no es de extrañar, por tanto, que esta figura no asuma su responsabilidad, cuando fue él la primera persona en exigir mi dimisión a Ramón Jesurun.
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Las declaraciones del señor Alzate, son falsas y mentirosas, revelando su carácter y personalidad. En ningún momento, mi persona y mi staff desaparecimos y dejamos de tomar contacto con el personal de la Federación o del Comité Ejecutivo. En todo caso el señor González Alzate fue quien desapareció y dejo de tomar contacto con sus pares. Imagino que por este motivo no sabría que la sede en Bogotá estaba cerrada por cuestiones sanitarias, y que el staff estaba trabajando dentro de un hotel en Bogotá para tratar de evitar tomar contactos innecesarios que perjudicaran a la selección.
Este señor no tiene la autoridad para poner en duda o criticar mí profesionalismo y el de mi staff. Quien me conoce sabe lo que es trabajar con exigencia, a todos los niveles. Nunca, en ningún momento, hemos dejado de asumir nuestras responsabilidades y mucho menos en el simple contacto con el Comité Ejecutivo. La afirmación de ese hecho, tan irrelevante como falsa, es ingenua y ridícula.
Todas las personas directamente relacionadas a la selección en el día a día pueden dar fe que todo el cuerpo técnico y jugadores, dentro y fuera de la cancha, siempre trabajaron con total dedicación y profesionalismo, aun cuando las condiciones de salud y seguridad sanitaria no eran las más adecuadas, exponiéndose al riesgo que el Covid generaba.
A tal punto que un miembro del staff, en pleno ejercicio de sus funciones, contrajo Covid, quedando aislado en un cuarto de hotel de Bogotá y sin apoyo, mientras el resto del staff salía hacia Barranquilla para cumplir con los compromisos del mes de noviembre. Al regresar a Bogotá nos encontramos con una persona en un estado de depresión importante, sumando a esto la decisión de la Federación de echar al cuerpo técnico, empeoraron la situación, llevando Des McAleenan a terminar con su vida.
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Mientras viva, también mantendré vivo el recuerdo de Des McAleenan. Y todos los que de alguna manera lo apoyaron, o no lo hicieron, tendrán que lidiar con su propia conciencia.
Finalmente, quiero expresar mis mejores deseos de éxito a la Selección Colombiana, a sus jugadores, al cuerpo técnico y a toda la afición. Espero sinceramente que puedan tener éxito y que puedan superar todas las adversidades. Incluso las que les ponen los cobardes que, dado este tipo de expedientes e intereses personales, deberían preocuparse más por apoyarlos".