Barranquilla es la 'casa de la Selección Colombia'. En esta ciudad se respira y vive por estos días con un solo tema, que es un nuevo partido de la Eliminatoria Sudamericana, en el estadio Metropolitano, frente a su similar de Paraguay, de este martes a las 6 de la tarde.
Para quienes dicen que los partidos no se juegan desde la previa, los invitamos a venir unos cuantos días a 'la Arenosa', en fechas cercanas a un partido del combinado nacional. No hay tema de conversación, en las calles, que no inicie o termine hablando del equipo patrio.
Claro, una que otra crítica no ha faltado. No se puede negar. La mayoría con relación al estilo de juego, que no convence en su totalidad. Aún así, las palabras que salen de los hinchas son en pro de mejorar, jamás en tono destructivo y hasta aconsejando un poco al técnico Reinaldo Rueda.
Y es que el amor por la Selección Colombia se desborda. Termina siendo como su hijo; al final, pase lo que pase y así haya disgustos, siempre estará ahí para apoyar con el mensaje más apropiado y puntual, un grito de aliento, una canción para el ánimo, en fin. Sabe qué hacer.
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Así han sido estos días en Barranquilla. A pesar de no ser el día del partido, las personas portaban con orgullo la camiseta de la 'tricolor'; en cercanías o lejanías del estadio Metropolitano Roberto Meléndez, se pudieron observar banderas en las ventanas; y era solo el abrebocas.
Los alrededores del hotel de concentración siempre estaban colmados de seguidores, a quienes no les importaba tener que esperar unos minutos o hasta horas, con tal de conseguir una buena ubicación que les permitiera ver a sus ídolos cuando salieran por la puerta.
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De igual manera, si no conseguían el cometido de una firma, foto o saludo por parte de los futbolistas, que tanto admiran, no dudaban un segundo en despedirlos con un grito de 'Colombia, Colombia', ondeando las banderas, haciendo sonar las cornetas y demostrándoles su cariño.
Y eso no es todo. En medio de esos debates que se pueden armar y más allá de que se presente un contraste de conceptos, siempre llegan a la misma conclusión: "el martes, a Paraguay, tenemos que ganarle como sea; desde ya hay que apoyar a nuestra Selección."
Sumado a eso, nombres como Luis Díaz, Miguel Ángel Borja, Gustavo Cuéllar y Víctor Cantillo, por su pasado en Junior, son las más sonados y en quienes depositan su confianza. Es normal escuchar: "Borja hace los goles", "'Luchito', el mejor del mundo" y más.
Pero no son los únicos. Junto a ellos aparece un jugador que mueve fibras y que, incluso, hasta ha hecho llorar o sonreír a más de uno porque le cumplió su sueño. Hablamos de James Rodríguez, visto por muchos como el gran referente, ídolo y 'salvador', como algunos lo tildan.
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El '10' es el más aclamado, coreado y esperado. Y ha respondido. Prueba de ello es que tanto el domingo como este lunes tuvo la gentileza, amabilidad, humildad y grandeza de acercarse a los hinchas para firmarles las camisetas, tomarse fotos y abrazar a uno que otro niño.
Hay un lazo muy fuerte entre James, los aficionados y la Selección Colombia. Quizá sea ese mismo que una al combinado patrio con Barranquilla, esa ciudad que ha respondido por lo alto y que, por como lo vive, no ve la hora de que llegue el día del partido, ruede el balón y, ojalá, termine con victoria colombiana.
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