El ministro de Administración Interna de Portugal, Eduardo Cabrita, señaló al Sporting Lisboa por el caos de su fiesta tras proclamarse campeón de Liga, que provocó en mayo la concentración en Lisboa de miles de personas que violaron casi todas las normas COVID vigentes.
La fiesta acordada con el Ayuntamiento de Lisboa no cumplió las recomendaciones de la Policía de Seguridad Pública (PSP), sus hinchas hicieron un "uso abusivo del derecho de manifestación" y el club tampoco ha querido colaborar con la investigación abierta para aclarar lo sucedido, ha resumido en rueda de prensa Cabrita.
El ministro ha avanzado algunos puntos clave del informe que se solicitó para aclarar la actuación de la PSP el 11 de mayo, día en que el club verdiblanco se consagró campeón de la Liga portuguesa 19 años después.
El club tenía desde hacía semanas una clara ventaja en la clasificación y se esperaba que aquel día se proclamara campeón, pero la concentración que se vivió en las calles de Lisboa desbordó a los agentes de la PSP y desató un torrente de críticas que acusaban a las autoridades de falta de planificación.
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Las imágenes de aquella noche mostraron a miles de hinchas sin distancia física o mascarillas y consumiendo alcohol en la calle, algo en aquel momento prohibido, al igual que las reuniones de más de 10 personas, para evitar la propagación del coronavirus.
La investigación, presentada ahora, exime de responsabilidad al ministerio y concluye que desde el club no se atendieron las "propuestas" de la PSP para la previsible fiesta, que pasaban por organizar la celebración dentro del estadio.
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También se recomendó establecer un perímetro definido, controlar el número de personas y vigilar que se cumpliesen las medidas COVID.
No ha sido posible aclarar en profundidad por qué no se tomaron estas precauciones, ha dicho el ministro, porque el club no ha colaborado con la investigación.
Preguntado por la autorización de manifestación en la calle pedida por un grupo de hinchas, Cabrita ha dicho que la competencia para dar luz verde a estas propuestas es del ayuntamiento competente, en este caso el de Lisboa, y ha matizado que, en cualquier caso, se hizo un "abuso del derecho de manifestación".
El ministro aseguró que el pedido no se encuadra en los supuestos con los que son habitualmente autorizadas en Portugal (motivos políticos, sindicales o de naturaleza religiosa), y ha anunciado que propondrá una revisión de la ley que regula este derecho.
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La concentración por la fiesta del Sporting Lisboa, que llenó algunas de las zonas más céntricas de Lisboa, fue vista con preocupación por especialistas en salud, que alertaron de los riesgos de que como consecuencia se dispararan los contagios covid.
Actualmente Portugal, con diez millones de habitantes, atraviesa su cuarta ola de coronavirus, en la que es protagonista la variante delta, con un 88 % de prevalencia a nivel nacional, pero del 100 % en las regiones de Lisboa y Valle del Tajo y en el Algarve (sur).
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Desde que comenzó la pandemia, el país suma 17.194 muertes y 923.747 casos de coronavirus.