Se conocen nuevos detalles de lo ocurrido y del estado de salud del boxeador, Luis Quiñones

El combate, entre Luis Quiñones y José Muñoz, había sido demasiado parejo. De hecho, fue necesario esperar y disputar el último round para conocer el deselance de la pelea. Sin embargo, ocurrió de la manera más inesperada. Y es que, después de dos golpes de Muñoz, Quiñones se fue a la lona y se vivieron momentos de tensión y preocupación.

El boxeador se agarraba de las cuerdas, intentando levantarse, pero no lo logró y eso fue lo de menos, ya que, luego de lo que se veía, llegó el drama en la esquina. Al ver la situación, el árbitro se vio en la necesidad de llamar al médico para que atendieran al pugilista, quien no se encontraba para nada bien, era muy evidente y se temía por su integridad física.

"El llamado que hace el árbitro del encuentro a mi persona es cuando el muchacho cae a la lona, se le prestan los servicios necesarios, respondiendo de principio, a todos los estímulos físicos que se le hicieron", afirmó Enrique Daza, médico de la Federación Colombiana de Boxeo, en entrevista exclusiva con Caracol Sports, revelando algunos detalles.

Pero el panorama empezó a complicarse y en el mismo relato, el doctor lo dejó en evidencia, mostrando señales de gran alarma. "Con el paso de los minutos, fue deprimiéndose poco a poco; razón por la que, de inmediato, se llamó a la parte asistencial, con el fin de que nos dieran una mano", añadió en sus declaraciones sobre lo sucedido en el ring.

A través de un comunicado, 'Cuadrilátero Boxing', la empresa que organizó la velada, informó que "Luis Quiñones debió ser operado de un edema cerebral". El médico aseguró que al boxeador se le realizaron todos los exámenes previos que son necesarios y de rigor, y más de cara a un enfrentamiento como estos, que requieren seria atención.

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"Este paciente estaba dentro del orden médico y físico, cumpliendo con todos los reglamentos que se exigen por parte de la Federación Colombiana de Boxeo para que entrara en competencia posteriormente", sentenció el médico Enrique Daza, quien dejó claro que, en principio, no había ningún inconveniente con la salud del deportista.

Ahora, el boxeador Quiñones está enfrentando el combate más duro, luchando por su vida. El santandereano, 25 años, estaba invicto, ya que había ganado las 10 peleas que había disputado. No obstante, esa crifra, en estos momentos es solo anecdótica, teniendo en cuenta que, ahora, lo más importante es su salud y pronta recuperación.