Conmovida al máximo se vio a la marchista Sandra Lorena Arenas, quien, en una gran y contundente demostración en los Juegos Olímpicos de Tokio, se colgó la medalla de plata y entregó una nueva satisfacción para el país.
En la entrevista posterior a su actuación con Ana María Navarrete, de Caracol Sports, la atleta se notó emocionada. Tras la primera pregunta se quebró y solamente dejó escapar unas pocas palabras. "De verdad es que esto es para toda Colombia. No sé...", dijo.
"Fue una preparación bastante complicada para llegar acá, venía presentando varias lesiones en el Mundial de Doha, donde fui quinta. Competí con lesiones, se tomaron grandes decisiones en ese aspecto. Me recuperé en Medellín, gracias a todos y es un título para las personas que dudan de uno. Se presentan muchos obstáculos y acá estoy demostrando que lo que se sueña, lo que se trabaja cada día, se puede lograr. Demostrar que las mujeres en Colombia somos luchadoras, que no nos dejamos nunca", complementó la deportista, en alusión a los pasos que tuvo que dar para llegar a Tokio.
Arenas no paró ahí y fue más allá. Así analizó lo sucedido en la competencia de este viernes en territorio japonés. "Todo se entrena, iba muy concentrada. Hace mucho tiempo que no tenía tanto susto como hoy, pero tenía la fe y la esperanza de que lo podía lograr. Supe manejar todo, me siento sumamente feliz".
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La nueva medallista olímpica colombiana finalizó y contó que "desde el inicio parecía una batalla. Me daban puños, me empujaban, me daban patadas, me jalaban, me gritaban las rivales, empezamos a alegar con la brasileña. Fue una competencia muy dura, pero yo tengo carácter".