Sabrina Wittmann, tras debutar en el banquillo del Ingolstadt en el partido que se saldó con 1-1 en la tercera Bundesliga alemana el domingo pasado, se ha convertido en la primera entrenadora mujer en el fútbol profesional masculino en Alemania.
Hay algunos antecedentes en Alemania, entre los que se destaca el caso de Marie-Louise Eta, que se convirtió en segunda del Union Berlín tras el cese de Urs Fischer y sus asistentes y llegó a estar en el banquillo no sólo en la Bundesliga, sino también en la Liga de Campeones.
En la Bundesliga, por sanción del primer entrenador Nenad Bjelica, llegó a dirigir un partido contra el Darmstadt, aunque en equipo con otros asistentes.
Los otros ejemplos en Alemania son de las ligas regionales.
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"Desde hace ya algunos años las mujeres tienen derecho al voto. Está bien que el fútbol, sobre el que hay muchos tópicos, muestre que muchos prejuicios son falsos", dijo el capitán del Ingolstadt, Lukas Fröde, después del partido.
El diario "Süddeutsche Zeitung" de Múnich comenta la declaración de Fröde señalando que algo dice sobre el fútbol el que, entre el momento en que se aprobó el voto femenino y el momento del debut de Wittmann, hayan tenido que pasar 106 años.
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"Nadie le ha regalado esta oportunidad. Y nos dimos cuenta muy pronto de que es una buena entrenadora", aseguró Fröde.
El autor del gol del Ingolstadt, Sebastian Groening, dijo que en un mundo moderno no hay porque prestar atención a si el equipo es dirigido por un entrenador o una entrenadora.
"Sabrina tiene grandes cualidades. Da igual que sea una mujer o un hombre", aseguró.
Wittmann, de 32 años, había dirigido antes las categorías inferiores del Ingolstadt y ahora ha asumido el primer equipo, inicialmente en calidad de interina hasta final de temporada.
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Wittmann relevó en el cargo a Michael Köllner, cuyo contrato fue rescindido por el club de común acuerdo por considerar que el equipo se había estancado deportivamente.