Desde mediados de mayo, cuando el presidente Joan Laporta comió con Ronald Koeman en el restaurante Via Veneto de Barcelona para pedirle explicaciones por haber perdido una Liga que parecía muy cercana, la continuidad del héroe de Wembley estuvo en entredicho y ante la incapacidad del neerlandés para revertir la situación la derrota del Barça ante el Rayo Vallecano finalizó con su destitución.
Antes ya hubo dos amagos por parte de Laporta. El primero fue al finalizar la temporada pasada y el siguiente antes del último parón de selecciones, cuando los malos resultados y un juego desnortado hicieron que desde la propia cúpula azulgrana se diese por hecho el despido.
Pero antes del partido ante el Atlético de Madrid el presidente, ante la sorpresa general, ratificó a Koeman en el cargo.
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A finales de octubre, los 15 puntos de 30 posibles en Liga (el curso pasado fueron 14 de 30 en las primeras 10 jornadas), la complicada situación que vive el Barça en la fase de grupos de la Liga de Campeones y la pésima imagen del equipo en la mayoría de los partidos han obligado a Laporta a tomar la decisión.
Durante estos meses las excusas del técnico neerlandés para justificar la grave situación deportiva han sido que las dificultades económicas no permitieron al equipo reforzarse debidamente en verano; que había bajas importantes de larga duración; que su equipo tenía un gran problema sin el cual todo iría mejor, la falta de efectividad; y que los jóvenes aún son demasiado jóvenes por muy buenos que sean.
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Koeman llegó al Barça en agosto de 2020, justo después de la derrota por 2-8 ante el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Además, nada más aterrizar se encontró con el burofax de Leo Messi pidiendo al club su salida ese mismo verano y la polémica por su llamada para echar del club a Luis Suárez, uno de los artífices del triplete de Berlín.
La temporada no empezó bien y el Barça llegó a estar a 12 puntos del líder en la Liga, pero el equipo reaccionó pasado el ecuador del curso y entonces se vivieron los dos mejores partidos con Koeman en el banquillo: el 1-1 ante el Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes en octavos de final de la Liga de Campeones (insuficiente para remontar el 1-4 de la ida) y el 4-0 ante el Athletic Club en la final de la Copa del Rey, el único título del neerlandés.
Uno de los grandes problemas que ha tenido el autor del gol de la primera Copa de Europa de la historia del Barça ha sido hacer daño a los otros equipos grandes. Su única victoria ante un rival de estas características fue precisamente el 28 de octubre de 2020, cuando venció por 0-2 al Juventus de Turín en la fase de grupos de la Liga de Campeones.
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Koeman es el primer entrenador que despide Laporta en sus dos mandatos en el trono del Camp Nou. En su anterior etapa (2003-2010), Frank Rijkaard se fue en 2008 cuando finalizó su contrato y Pep Guardiola permaneció en el banquillo azulgrana hasta 2012.