El español Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica, admitió que en el vestuario de su equipo "había lágrimas" cuando los jugadores se enteraron del desvanecimiento del danés Christian Eriksen durante el partido contra Finlandia.
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"Había lágrimas. Fue muy triste. Lo vimos todo en directo cinco minutos antes de reunirnos para preparar el partido. Lo pueden imaginar, lo último que queríamos era hablar de fútbol", dijo Martínez en la rueda de prensa posterior al partido contra Rusia (3-0) en el estadio Krestovski.
Recordó que en los "diablos rojos" hay varios jugadores que comparten o compartieron vestuario con el danés, como es el caso de Romelu Lukaku en el Inter de Milán.
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"Fue un momento difícil en San Petersburgo. No puedo imaginar lo que fue en Copenhague. Le deseamos lo mejor a él, a su familia y al equipo danés. Rezaremos por él", subrayó.
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En cuanto a la posibilidad de que el partido ante Rusia se hubiera suspendido, aseguró: "Yo sólo soy el seleccionador. Son cosas que no están en mi poder".
Con respecto a la victoria sobre los rusos, destacó el papel de Meunier en la victoria, ya que marcó un gol y dio el pase del tercero, pese a salir de suplente.
"Meunier ha estado impresionante. Su comportamiento como compañero ha sido ejemplar. Esa es la cualidad del grupo. Los 26 jugadores están dispuestos a hacer lo que sea necesario por el equipo", subrayó.