El capitán de la selección polaca de fútbol, Robert Lewandowski, pidió este lunes "grandes cambios para llegar a la luz al final del túnel" que atraviesa la escuadra 'rojiblanca' y que se torna más oscuro tras la derrota frente a Albania (2-0).
En una entrevista televisada este lunes por la 'cadena estatal polaca', el jugador del Barcelona se confesó "impotente" e "incapaz de explicar los motivos" del desastroso resultado de ayer (domingo) en Tirana y, sobre todo, del paupérrimo juego desplegado por él mismo y sus compañeros, con un solitario tiro a puerta y una imagen pésima.
"Hemos tenido problemas desde el inicio de la fase de clasificación", confesó el astro polaco, quien se preguntó "qué ha pasado con un equipo que, casi con la misma alineación, solía jugar mucho mejor". "Sé que tenemos potencial para jugar mejor y ganar", concluyó.
Lewandowski declinó hablar sobre el futuro del seleccionador, el portugués Fernando Santos, pero ya arrecian las voces que claman por un relevo en la dirección del equipo, un técnico muy cuestionado por su falta de consistencia en las convocatorias, con casos como los de Kamil Grosicki, ausente durante sus mejores rachas de juego en la liga y titular cuando atravesó bajones de rendimiento.
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El resultado del domingo complica la clasificación de Polonia para la Eurocopa y le deja en la cuarta posición del grupo E, solo por encima de las Islas Feroe y por detrás de Albania (líderes con 10 puntos) y la República Checa y Moldavia (empatadas a 8 puntos).
Con una diferencia de goles de menos 8 y todas sus salidas saldadas con derrotas, el 'águila polaca' necesita remontar el vuelo si quiere estar presente en la Eurocopa de Alemania, pues de momento ve peligrar incluso un segundo puesto en el grupo y, de seguir así, podría verse obligada a luchar en los play-offs y confiar en beneficiarse de su buena posición en la Liga de las Naciones.
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Por otra parte, la selección polaca, y Lewandowski en concreto, se han visto afectados por varias polémicas.
Hace poco, se acusó a 'Lewi' de haber invitado a sus compañeros de equipo a un restaurante de lujo durante el Mundial de Qatar para luego pasarle la factura a la Federación polaca, algo que el futbolista desmintió, y aún resuena la polémica sobre uno de sus guardaespaldas, implicado en actividades neonazis.