"En rendimiento, somos favoritos, pero hemos tenido algunos problemas que hacen que ahora seamos más unos outsiders": tras su actuación en Austria, el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) apunta a una nueva victoria en Francia el domingo para creer en la "posibilidad de alcanzar" al holandés Max Verstappen (Red Bull).
Segundo a 38 puntos del holandés, mediado el Mundial de F1 , el piloto de Ferrari habla para AFP de "las batallas al límite del reglamento" con su rival pero también de los trágicos acontecimientos de su vida personal, que lo hicieron "crecer como persona y piloto".
¿Se siente favorito o un outsider?
"En términos de rendimiento, somos favoritos, después hemos tenido algunos problemas que hacen que ahora seamos más outisders que favoritos. Pero, aún creo que si hacemos todo bien hasta final de temporada, el rendimiento está ahí para que podamos ganar el campeonato, así que creeré hasta el final".
A pesar de su excelente debut de temporada, la fiabilidad y la estrategia de Ferrari le han costado caro en la carrera por el título...
"Está claro que ha habido muchas cosas en cinco carreras: en Barcelona estábamos en cabeza y rompemos el motor, en Mónaco la estrategia, en Bakú el motor, en Montreal la sanción y después en Silverstone la estrategia... Tal acumulación de cosas no ha sido fácil de gestionar. Pero en todas estábamos en las posiciones para ganar, así que el potencial estaba ahí. Siempre me he mantenido motivado. Me agrada más el hecho de que la primera carrera normal desde entonces, la hemos ganado en Austria. Estoy confiado, y si no tenemos más grandes problemas, tenemos la posibilidad de alcanzarlo".
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¿Cómo es luchar contra Verstappen, considerado como agresivo en la pista?
"Siempre he sido también un piloto agresivo, así que esas batallas no me molestan. Siempre me han gustado esas luchas al límite del reglamento, y está muy bien que después de todo el tiempo juntos en kart hace 10-15 años, ahora estemos en la F1 y peleemos por un campeonato".
Mantener la calma en los momentos difíciles, ¿es su mayor fuerza?
"Es claramente una ventaja. Sin embargo, no es algo natural para mí. Tuve que trabajarlo mucho, sobre cuando era joven. He hablado mucho de ese centro Formula Medicine en Viareggio cuando era más joven, de los diez a quince años, donde hacíamos mucha preparación mental. En esos años, crecí muchísimo y me eso me ayudó mucho para el resto de mi carrera. Es verdad que en las situaciones complicadas, he logrado mantener la calma y eso es importante".
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A sus 24 años, ha pasado momentos trágicos en su vida con el fallecimiento de su padre y de dos pilotos muy cercanos, su padrino Jules Bianchi y su amigo Anthoine Hubert. ¿Eso le ha hecho crecer?
"Sí, eso creo. Aunque sigo siendo un joven de 24 años, tengo una madurez que tal vez sea diferente de algunos de mis amigos, por mi recorrido, no sólo profesional pero sobre todo vital, con, por desgracia, unos acontecimientos un poco tristes. Pero, son etapas que me han hecho crecer como persona y como piloto, porque he desarrollado un nivel de madurez un poco diferente de una vida normal".
Como monegasco, ¿qué relación tiene con Francia e Italia?
"Para empezar soy francófono. Cuando gané en Fórmula 2, me pusieron el himno francés (se ríe). Mi mayor conexión con Francia es que todo comenzó aquí para mí en el automovilismo. Empecé en Brignoles, a 60 km de Le Castellet. Todos los miércoles, sábado y domingos, cuando no tenía colegio, venía aquí con mi padre. Pero también pasé una buena parte de mi infancia en Italia. Tras el debut en Francia, pasé diez años en Italia. Crecí con los italianos durante mi adolescencia, así que sí, me siento también italiano".
En tanto que casi italiano, ganar un título con Ferrari es el sueño de una vida...
"Claro. Ya simplemente ganar un título, pero más con Ferrari. Es un equipo tan mítico, también hay mucha presión que hace que sea complicado, pero que hace el éxito aún más bonito. Hay tanta pasión en el mundo por Ferrari que sí, creo que es el sueño de todo piloto ganar un título con Ferrari".