El Real Madrid consolidó este sábado su segunda plaza en la tabla al sumar tres puntos en el campo del Sevilla (1-2) en un partido en el que el brasileño Rodrygo Goes fue el autor de dos goles que remontaron el inicial de Rafa Mir para la formación hispalense, que se queda ya con el camino abierto para encarar la final de la Liga Europa del próximo miércoles en Budapest ante el Roma.
Un partido que suele ser de alto voltaje en esta ocasión hizo coincidir a equipos con poco en juego en la penúltima jornada de LaLiga y además plagados de cambios, en el caso visitante por las bajas por lesión y en el local por la necesidad de reservarse ante su final.
Ni la expectación de la presencia de Vinícius Junior, tras todo lo que han generado los insultos racistas de la pasada semana, se produjo, ya que el delantero brasileño se quedó en Madrid, según la versión de su entrenador, Carlo Ancelotti, por unos problemas de rodilla, aunque la fase final del partido se calentó con la expulsión del argentino Marcos Acuña por una entrada al exbético Dani Ceballos.
A todo ello también quiso contribuir que la tarde en Sevilla estuvo ventosa y lluviosa, lo que se notó en las gradas, con asientos libres cuando habitualmente es encuentro de lleno, pero una vez que el balón rodó la historia fue otra pese a que el terreno de juego estaba algo pesado por el agua acumulada tras un gran chaparrón previo.
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Los locales se encontraron pronto el 1-0, antes de que se cumpliera el tercer minuto de juego, con una internada por la izquierda de Acuña, quien no podrá jugar en Budapest por sanción, que acabó tras varios rechaces en gol de Rafa Mir.
El Real Madrid, con mucho poder en el centro del campo, en el que estuvieron Tchouaméni, Kroos, Dani Ceballos y Modric, fue paulatinamente quedándose con el balón pese a las ganas de sus rivales para que no fuera así, sobre todo del medio de 18 años Manu Bueno, quien debutó con el primer equipo sevillista.
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Así, un buen pase de Ceballos a Lucas Vázquez y otro de éste a Rodrygo pudo convertirse en el empate antes de que se cumpliera el cuarto de hora, pero el brasileño remató desviado cuando lo más fácil era marcar.
Fue el primer aviso de un equipo madridista que tomó el control y que obligó al conjunto de José Luis Mendilibar a jugar a la contra o con fútbol directo.
Una falta del argentino Erik Lamela a Aurélien Tchouaméni, muy centrada al borde del área, se tradujo en el empate, pues Rodrygo acertó en el libre directo y marcó cuando no se había cumplido la media hora, en un lance que contó con la colaboración del meta marroquí Yassine Bono, mal situado.
Lamela quiso resarcirse de la falta que hizo y que propició el gol visitante y poco después firmó un duro remate que acabó con el balón repelido por un poste con Thibaut Courtois batido, y seguidamente el argentino volvió a definir mal ante el meta belga y se le fue la pelota desviada.
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Acuña también quiso repetir en los inicios de la segunda parte lo que dio grandes frutos en el arranque del partido, que una gran internada suya acabara en gol, pero en esta ocasión el remate de Rafa Mir se fue fuera, mientras que el Ancelotti tuvo poco después que hacer un cambio obligado por unas molestias del uruguayo Fede Valverde, lo que hizo ingresar a francés Eduardo Camavinga.
Con media hora por delante de partido, Mendilibar empezó a hacer cambios para reservar a jugadores para la cita ante el Roma y le dio descanso al croata Iván Rakitic y Bryan Gil, mientras que su homólogo italiano le dio minutos al uruguayo del Castilla Álvaro Rodríguez.
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Tras ello, en un contraataque visitante, llegó un jugadón de Rodrygo que le dio la vuelta al marcador con su segundo tanto, el noveno que consigue en LaLiga.
De ahí hasta el final, los visitantes no tuvieron problemas para mantener el resultado y más cuando en el minuto 83 Acuña fue expulsado con roja directa y dejó a los suyos con uno menos sobre el terreno.