"Estamos decepcionados, pero con orgullo", afirmó el defensafrancés Raphael Varane a la televisión francesa tras la derrota de este domingo en la final del Mundial de fútbol contra Argentina.
"Lo hemos dado todo", aseguró el jugador del Manchester United, "hemos podido ganar también. Estoy muy orgulloso de ser francés y de este grupo. Nos vamos con la cabeza alta".
Varane reconoció que el equipo francés comenzó mal. "Durante la primera hora no hemos estado en el partido, pero hemos vuelto" gracias a la "fuerza mental" y al "corazón" del los 'bleus', recalcó.
"Hemos apretado y creíamos que podíamos llegar hasta el final. Hemos estado a punto de dar la vuelta al partido, que había comenzado mal", añadió Varane, uno de los campeones de Rusia 2018.
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Al final del encuentro fue 3-3 en los 120 minutos de juego, sin embargo, desde los doce pasos Francia cayó por 4-2 contra la ‘albiceleste’, de todas maneras, en materia de juego y análisis el encuentro presentó diferentes escenarios.
Los resultados tapan todas las carencias y Francia llegó a la final del Mundial con muchas. En el duelo definitivo volvió a aferrarse hasta el último momento al genio de su estrella, Kylian Mbappé, que le sirvió para forzar la tanda de penaltis. Pero, esta vez, no fue suficiente.
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Francia dibujó en la final un resumen de lo que ha sido su Mundial, un juego con muchos problemas y una pegada de fuego. Pero a diferencia de los partidos que le habían conducido hasta el último partido, esta vez la suerte le fue esquiva.
Durante más de 80 minutos Francia fue una de las peores finalistas que se recuerda. Salieron a la luz todos los problemas que había venido arrastrando. Pero aferrado al genio de Mbappé, se enchufó al partido y forzó la tanda de penaltis.
La defensa no era tan segura como en 2018, al centro del campo le faltaba oficio y su estrella Kylian Mbappé había perdido eficacia inundada en su búsqueda de la leyenda. La recuperó en el tramo final para alargar el sueño.
Argentina sacó a relucir todos esos errores, que se vieron desde el primer partido contra Australia y no dejaron de aparecer a medida que el nivel iba subiendo y el rival ganaba en intensidad.
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Solo la calidad de su plantel permitió al equipo de Didier Deschamps maquillar los puntos débiles y dar al equipo el empaque que le hizo llegar a la final como una campeona con opciones.
Frente a Australia y contra Dinamarca, Mbappé se encargó de resolver las dudas. El '10' de los 'bleus', secundado por un eficiente Giroud, convirtieron a Francia en la primera defensora del título que superaba la primera fase desde 2006.
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Pero, en ambos casos, la selección dejó más la imagen de un equipo impulsado por su fe en la victoria que una selección sólida. Australia se adelantó en el marcador y Dinamarca les complicó el partido durante más de una hora, hasta que apareció la estrella del PSG.
En octavos, contra una conservadora Polonia, Francia tuvo menos posesión del balón y fue de nuevo Mbappé quien salvó los muebles.
Inglaterra no mereció la derrota en cuartos y durante muchos años lamentará el penalti fallado por Harry Kane, que habría dado el empate a una selección que dominaba de forma clara a los 'bleus'.
Incluso Marruecos, el invitado inesperado de las semifinales, que apenas había superado el 20 % de posesión en sus duelos previos, tuvo más el balón y creó ocasiones suficientes para pretender arrinconar a la campeona, pero le faltaron horas de vuelo y un punto de calidad para rematar.
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