El futbolista y exinternacional belga Radja Nainggolan, detenido el lunes en el marco de una operación contra el narcotráfico y en libertad condicional con cargos desde el martes por presunta participación en organización criminal, reclamó hoy respeto a su vida privada.
"Ahora que estoy de vuelta en casa, quiero concentrarme plenamente en el fútbol y recuperar la tranquilidad mental. Por lo tanto, pido respeto por mi vida privada y tiempo para recuperarme", declaró el ex Diablo Rojo", dijo en la noche del miércoles al jueves Nainggolan en su cuenta de Instagram.
El centrocampista del KSC Lokeren-Temse, de 36 años y antiguo internacional y jugador del Roma y del Inter, no concederá por el momento entrevistas y agradeció el apoyo a sus abogados, seguidores y compañeros de equipo en días "extremadamente difíciles".
Según sus letrados Mounir y Omar Souidi, el deportista no fue interrogado sobre tráfico de drogas, después de que las autoridades decomisaran en 30 registros este lunes 2,7 kilogramos de cocaína, armas de fuego, dos relojes de lujo de 360.000 euros cada uno, joyas, oro y 370.00 euros en metálico, indicó la radiotelevisión pública belga RTBF.
El juez sólo preguntó al jugador sobre las sumas de dinero que habría entregado a otras personas, según trasladaron a esa emisora los abogados del futbolista, que fue detenido el lunes junto a otras 17 personas sospechosas de formar parte de una red que importaba cocaína de Sudamérica a Bélgica por el puerto de Amberes.
Eterno "enfant terrible" del fútbol belga, característico por lucir una llamativa cresta de colores, tatuajes por todo el cuerpo y por fumar pese a ser deportista profesional, Nainggolan acababa de unirse al humilde club de Lokeren y atesora en su palmarés 30 partidos con Bélgica, hasta que en 2018 dejó de entrar en las convocatorias.
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