Francia y Marruecos cruzan sus espadas este miércoles por una plaza en la final del Mundial de Qatar con jugadores que se conocen bien, por militar muchos marroquíes en la liga francesa, y con algunos duelos en los que saltarán chispas.
Además del que protagonizarán Kylian Mbappé y Achraf Hakimi, amigos y compañeros en el PSG, hay otros cinco importantes cara a cara de los que habrá que estar pendientes en la semifinal.
Bono-Lloris, los guardianes del templo
Bono se ha convertido ya en el héroe de Marruecos, camino de acabar como el portero menos goleado de la competición. Solo un tanto ha concedido, gracias a la gran defensa de su equipo, pero también a su talento, que le llevó a protagonizar la tanda de penaltis en octavos de final contra España. El portero del Sevilla, octavo del pasado trofeo Yashin, el Balón de Oro de los guardametas, cuenta con el mejor ratio de paradas de la liga española y uno de los mejores del continente.
Lloris no está al nivel de hace cuatro años, cuando se convirtió en uno de los artífices de la victoria de Francia en Rusia. Presenta uno de los porcentajes de paradas más bajos de este Mundial, aunque contra Inglaterra en cuartos de final mejoró de forma clara sus estadísticas.
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Ounahi-Griezmann, los creadores
A Ounahi le puso en el mapa Luis Enrique, cuando confesó que le había sorprendido su capacidad de sacrificio en el duelo de octavos. El jugador del Angers, de 22 años, representa bien el espíritu de esta selección, es el que más ha corrido en los últimos partidos y será el encargado de asfixiar la salida de balón francesa, donde estará Griezmann.
El francés, que estrena una posición más retrasada en el campo para combinar juego de contención y creación, se ha convertido en el líder de las asistencias de los "bleus" y de su capacidad de superar a Ounahi dependerá que pueda alimentar el juego ofensivo galo.
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Boufal-Dembelé, estiletes de los flancos
Ambos son los encargados de romper las líneas enemigas, el marroquí por la izquierda, el francés por la derecha y cuentan para ello con una gran punta de velocidad. El barcelonista se ha mostrado incisivo en los tramos iniciales de los partidos, aunque su aportación se ha ido moderando con el paso de los minutos y no ha terminado ninguno de los partidos.
Boufal, que juega en el Angers, también ha ido de más a menos, aunque dado el planteamiento de juego marroquí se ha dedicado más a contener que a proponer acciones ofensivas. Por su flanco llegó el gol de la victoria ante Portugal en cuartos.
Amrabat-Tchouaméni, pulmones en el centro
El esquema de cada equipo depende mucho del rendimiento de esos dos jugadores, convertidos en el pulmón del centro del campo. El de la Fiorentina se ha revelado como una pieza clave del esquema defensivo marroquí, clave en un equipo que llega con solo un gol en contra al penúltimo escalón.
Tchouaméni ha recogido el testigo del sólido centro del campo, con Kanté y Pogba, que se proclamó campeón en 2018, pero que se lesionó antes del Mundial. El madridista ha respondido con solidez e, incluso, abrió el marcador frente a Inglaterra en cuartos.
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En Nesyri-Giroud, goleadores históricos
Olivier Giroud lleva ya cuatro dianas en el Mundial que le han valido para superar a Thierry Henry como máximo goleador histórico de Francia y, a sus 36 años, aspira a convertirse en el más veterano que logra cinco dianas en un Mundial.
Con el gol logrado ante Portugal en cuartos, Youssef En Nesyri se convirtió en el máximo goleador de la historia de Marruecos en Mundiales y, si marca otro tanto, se convertirá en el cuarto africano que logra al menos tres goles en un solo Mundial.
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