La final de la Copa de balonmano masculino de Túnez, disputada entre el Espérance Sportive y el Club Africain, fue suspendida este miércoles, antes de quedar aplazada, debido a los enfrentamientos entre aficionados que provocaron al menos ocho heridos, uno de ellos en estado grave, cuando sólo habían transcurrido diez minutos de juego.
Los dos equipos de la capital, enfrentados en el estadio de Radès, habían igualado el marcador con un 5-5 cuando los hinchas comenzaron a lanzar objetos al terreno de juego e hicieron uso de bengalas, por lo que las fuerzas de seguridad recurrieron a gases lacrimógenos para dispersar a los presentes en las gradas.
Jugadores y equipo técnico de los dos clubes, que en un principio trataron de calmar a los espectadores, comenzaron a enfrentarse en la pista hasta que fueron separados por agentes de la Policía y enviados a sus respectivos vestuarios.
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Las autoridades tunecinas decidieron interrumpir el partido durante unos minutos y, posteriormente, aplazarlo a una fecha todavía sin concretar.
En declaraciones a la radio local Mosaïque FM, el director general de la Seguridad Pública, Mourad Houcine, reveló la presencia de material marítimo como bengalas y proyectiles y anunció la apertura de una investigación para determinar cómo fueron introducidos estos objetos considerados peligrosos.
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"Tratamos de absorber el enfado de los seguidores y los responsables de los clubes fueron invitados a intervenir. Después trataron de acceder al terreno y atacar a los jugadores y responsables de los dos clubes, lo que aceleró la decisión de suspender el encuentro", explicó Houcine.