El exfutbolista ruso Alexéi Bugáev, que disputó la Eurocopa de 2004, fue condenado el martes a 9,5 años de cárcel por intentar vender casi medio kilo de metilefedrina, una sustancia dopante.
Bugáev, que se encontraba en prisión preventiva desde noviembre del pasado año, fue sentenciado por un tribunal de la región sureña de Krasnodar, Rusia, según informó la corte en la red social oficial de Telegram.
El futbolista, que colgó los guayos en el año 2010, podría haber sido condenado a 20 años de cárcel en virtud del artículo 228.1 del código penal ruso, pero decidió admitir su culpa durante el juicio, lo que redujo ostensiblemente la pena, a poco menos de la mitad de lo inicialmente esperado.
La sustancia dopante fue encontrada en el bolsillo del exfutbolista, que tenía intención de desplazarse al balneario de Sochi, ubicado en el mar Negro, para proceder a su venta, según indicó el mismo Alexéi Bugáev en su confesión.
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Bugáev, de 42 años, admitió haber ofrecido resistencia cuando los agentes de policía intentaban esclarecer si había cometido un delito relacionado con el tráfico de drogas, por el mismo temor a ser arrestado y enviado a una cárcel rusa.
El defensa, que durante su carrera tuvo constantes problemas profesionales y personales y de disciplina debido a su afición a consumir alcohol, militó en equipos como el Torpedo, donde se formó; el Tom; el Lokomotiv; el Khimki; y el Krasnodar, hasta el momento de su retirada, bastante joven para el fútbol, con tan sólo 29 años.
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Con la selección de mayores de Rusia, alcanzó a ser internacional en siete partidos. Hizo su debut en un amistoso internacional ante la selección de Austria en mayo de 2004, y jugó dos partidos de la Eurocopa de Portugal, siendo estos precisamente frente al equipo anfitrión, y el que a la postre sería campeón, Grecia.