Fabio Maresca, el árbitro del Roma-Milan del último domingo, fue suspendido temporalmente por la Asociación Italiana de Árbitros (AIA), el organismo que se ocupa de designar a los colegiados que dirigen los encuentros de la Serie A (Primera División), por los muchos errores cometidos.
El AIA consideró insuficiente la dirección de Maresca, que mostró once tarjetas amarillas y una roja, varias de ellas claramente excesivas, y que provocó polémicas por un penalti concedido al Milan y otro negado al Roma, por lo que recibió una suspensión que durará una o dos jornadas, informan los medios italianos.
Las polémicas se originaron al comienzo de la segunda mitad en el penalti pitado a favor del Milan por una presunta falta del brasileño Roger Ibañez al sueco Zlatan Ibrahimovic. Maresca estaba mal posicionado, lejos de la acción y pitó la pena máxima.
El VAR, que detectó un error en la decisión, le pidió revisar la acción en la pantalla ubicada a pie de campo. Tras hacerlo, sin embargo, decidió confirmar el penalti que, transformado por el marfileño Frank Kessie, determinó el momentáneo 2-0 del Milan.
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Pese a que la acción sigue dividiendo las opiniones de la crítica, el designador arbitral, Gianluca Rocchi, la consideró equivocada y no acorde con la petición a los colegiados de no pital "penaltis generosos".
Además, expulsó por doble amonestación al francés Theo Hernández, lateral del Milan, pese a que hubiera una posible falta anterior del romanista Tammy Abraham al bosnio Rade Krunic.
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Eso sí, pareció acertada la decisión tomada en el tiempo añadido, cuando no consideró falta un choque en el área de penalti entre el romanista Lorenzo Pellegrini y el danés Simon Kjaer.
El técnico del Roma, el portugués José Mourinho, expresó al acabar el encuentro su profundo malestar por la dirección arbitral.
"Si hablo, el próximo domingo no estoy en el banquillo. Me da rabia la falta de respeto a nuestra hinchada, incluso en un partido en el que no jugamos bien. El respeto que nosotros tenemos, otros no tienen. Me da rabia, pero basta", dijo Mourinho.
Más calmada fue la reacción del entrenador del Milan, Stefano Pioli, quien consideró que, más allá del arbitraje, su equipo "ganó porque fue mejor", además de reconocer que la anterior derrota sufrida contra el Oporto, fue merecida porque el club milanista "jugó peor"