La liga francesa comienza mañana viernes con la misma incógnita de los últimos años: ¿Quién puede frenar al Paris Saint-Germain? La versión catarí del equipo de la capital, ganador de ocho de las últimas diez ligas, vuelve a aparecer como el gran favorito, frente a proyectos rivales plagados de incertidumbres.
El París Saint-Germain ha entrado en una nueva era, tras los sucesivos reveses de los últimos años en Europa, formada a partir de la figura de Kylian Mbappé y que busca menos el brillo mediático y más compromiso sobre el terreno de juego.
Al frente, el portugués Luis Campos como responsable deportivo sustituye a un Leonardo caído en desgracia.
Aunque el proyecto ha mantenido lo esencial del año pasado, con el brasileño Neymar y el argentino Lionel Messi como acompañantes de Mbappé en el ataque, el cambio en el banquillo, con la llegada del sobrio Christophe Galtier, marca un etapa nueva.
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Los cataríes han apostado por reforzar el centro del campo y la zaga, con una inversión de marcado acento portugués que ronda los 100 millones de euros, para incorporar a Vitinha, Hugo Ekitike y Nordi Mukiele y hacer firme la compra de Nuno Mendes.
Además, el fichaje de Renato Sanches (Lille) podría oficializarse esta misma semanas por otros 15 millones.
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Galtier ha pedido peso específico en la contención, con la intención de implementar una defensa de tres centrales y dos carrileros largos, una apuesta decididamente ofensiva que necesita solidificar los cimientos.
El técnico francés, que carece de palmarés más allá de la liga que arrebató al PSG hace dos temporadas al frente del Lille, espera obtener mayor rendimiento de las estrellas que el año pasado apenas brillaron, con especial atención a Neymar, Messi y Sergio Ramos.
Aunque un equipo de esa talla tiene la mirada puesta en Europa, ya que la Liga de Campeones es una obsesión de los propietarios, el club no puede olvidarse de la liga, porque la diferencia presupuestaria con sus rivales es sideral.
Estos no parecen tener la mima vara alta a la hora de fichar. El Olympique de Marsella, segundo de la pasada campaña, afronta la nueva de forma convulsa, tras la salida tumultuosa del técnico argentino Jorge Sampaoli, que ha sumido al club en cierta inestabilidad.
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Su sustituto, el croata Igor Tudor, no ha dado todavía con la clave para dotar al equipo de una identidad y multiplica los cambios con respecto a la era anterior.
Si su antecesor se marchó descontento con la falta de ambición de la dirección, el nuevo entrenador no ha visto llegar a jugadores de renombre y se tiene te conformar con el atacante colombiano Luis Suárez, procedente del Granada, o del turco Cengiz Under, del Leicester.
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El año pasado, el proyecto de Sampaoli no dio sensación de poder plantar cara al PSG y los inicios de este no son de buen augurio.
SUPLIR A TCHOUAMÉNI
El Mónaco también trata de buscar la estabilidad de la mano de Philippe Clement, aunque la chequera del propietario ruso del equipo parece poco activa para aspirar a mucho y apenas se ha gastado los 80 millones que el Real Madrid le pagó por Aurélien Tchouaméni.
El equipo, al que se han incorporado Embolo Breel, procedente del M'Gladbach, y Takumi Minamino, del Liverpool, pivotará sobre el eje del conjunto que el año pasado acabó tercero, con mucha esperanza puesta en el acierto goleador de Wissam ben Yedder, que firmó 27 dianas.
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La próxima campaña puede ser la del despertar del Lyon, que tras quedarse fuera de Europa hace dos temporadas, con una liga detenida antes de acabar por la pandemia, parece haber perdido el tren de los grandes.
El octavo puesto de la pasada temporada y la llegada de un nuevo propietario, el estadounidense John Textor, parecen marcar una nueva etapa con la ambición de recuperar el prestigio perdido, aunque por ahora la apuesta es bastante continuista.
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También ha priorizado las ventas el Rennes, cuarto del año pasado, que ha hecho caja con Nayef Aguerd y Mathys Tel, mientras que el Niza, que consideró "decepcionante" el paso de Galtier la pasada temporada y no se opuso a su salida al PSG, se ha reforzado con el galés Aaron Ramsey y el meta danés Kasper Schmeichel, ambos en la recta final de sus carreras.
Nantes, Lille, Estrasburgo o Reims, entrenado por el español Óscar García por segunda temporada consecutiva, buscarán pelear por los puestos altos de la tabla, en la que hay tres recién llegados, dos bien conocidos, Ajaccio y Auxerre, y otro menos, el Clermont, que nunca antes había estado en primera división y que abrirá el campeonato este sábado contra el PSG.
La liga echará de menos a tres históricos, el Saint-Etienne, el club con el mayor palmarés del país, el Girondins de Burdeos, que se quedó al borde de la desaparición, y el Metz.