El tenista Novak Djokovic se entrenó el martes en la sede del Open de Australia tras su victoria legal contra su deportación, aunque su participación está pendiente de que el gobierno decida si vuelve a cancelar su visado.
El número uno mundial y nueve veces ganador del torneo australiano fue visto calentando en un gimnasio con su entrenador Goran Ivanisevic antes de dirigirse a la zona de los jugadores y dirigirse a la cancha central, a seis días del inicio del torneo en Melbourne.
A pesar de haber estado varios días encerrado en un centro de detención de migrantes, Djokovic aseguró el lunes que su intención era disputar el Open, en el que aspira a ganar su 21º Grand Slam y superar así a Roger Federer y Rafa Nadal.
"Vine aquí para jugar en uno de los torneos más importantes que tenemos frente a aficionados maravillosos", manifestó el lunes en Instagram el jugador serbio, que no está vacunado contra la COVID-19.
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Pero todo está en manos del ministro de Inmigración australiano, que sopesa cancelar nuevamente su visado, según admitió un portavoz del ministerio.
Un nuevo elemento puede fragilizar la posición del serbio, que contrariamente a lo que declaró en un documento de viaje, viajó de Serbia a España a finales de diciembre, como lo demuestra diferentes publicaciones y mensajes en las redes sociales.