El serbio Novak Djokovic, premiado este lunes por acabar el año como número 1 del mundo por séptima vez, aseguró que espera seguir jugando "todavía un par de años" y seguir batiendo registros históricos.
"Es una de las cosas más difíciles de alcanzar en nuestro deporte. Tienes que jugar muy bien de forma constante, en todas las superficies, estoy muy orgulloso y comparto este trofeo con mi familia y las personas que me ayudaron a estar aquí", afirmó Djokovic tras doblegar al noruego Casper Ruud en su estreno en las Finales ATP de Turín.
"Cuando tenía cinco años vi a (el estadounidense) Pete Sampras ganando Wimbledon, fue la primera imagen que vi de tenis y me enamoré. Pedí a mi padre que me comprara una raqueta y ahora le superé, gané este trofeo siete veces, una más que él, y estoy muy feliz. No somos rivales, siempre tuvimos una buena relación, me dio muchos consejos", prosiguió.
"El sueño sigue y espero jugar al tenis todavía un par de años. Muchas gracias", sentenció el serbio.
Publicidad
Djokovic fue premiado en la pista del Pala Alpitour de Turín por acabar la temporada como número 1 del ránking mundial, lo que supone un récord absoluto en la historia del tenis.
El serbio, ganador de 37 títulos Masters 1.000, conquistó tres Grand Slam y rozó el histórico cuarto en el Abierto de Estados Unidos, cuando el ruso Daniil Medvedev le impidió alcanzar una hazaña que se registró por última vez con el australiano Rod Laver en 1969.
Publicidad
Djokovic, de 34 años, expresó además su alegría por competir en Italia, un país que siempre ha elogiado a lo largo de su carrera.
"Es una gran sensación volver a Italia, cada año participo en el Masters 1.000 de Roma, pero esta vez el Masters de los mejores ocho del mundo regresa a Italia. Este país es como mi segunda casa. Jugué mucho en Italia, tuvo a Riccardo Piatti como entrenador en el pasado", aseguró.