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Noqueado por la corrupción: precarias condiciones en las que entrenan boxeadores de Liga de Bogotá

Una extraña adjudicación del contrato de reforzamiento estructural de la Unidad Deportiva El Salitre dejó a los deportistas de trece ligas sin sede.

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El escenario de la Liga de Boxeo de Bogotá está noqueado por la desidia. Los cuadriláteros se están pudriendo, mientras campeones nacionales, como Sebastián Castro, pelean golpe a golpe contra el abandono y el absurdo en una cancha del barrio Bosque Popular con tremendo solazo.

Uno no sabe ni siquiera quién es el responsable”, dice Sebastián.

Cuesta asimilarlo. Allí han aprendido a aguantar los golpes bajos de la indolencia, respondiendo con tenacidad y entrenando con las uñas libra por libra, chiflido por chiflido.

“El mes pasado estuvimos en pasto y logramos más de cuatro medallas de oro y fuimos campeones por equipos”, señala Santiago Duván, otro campeón nacional de la Liga de Boxeo de Bogotá.

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De los escenarios de las 13 ligas de Bogotá de la Unidad Deportiva El Salitre, hoy, vergonzosamente, solo queda el cuento de siempre: el del inacabable despilfarro.

Lo que más duele es saber que desde el 2017 se firmó un contrato por casi 12.000 millones de pesos para un reforzamiento estructural que debió terminarse a finales de 2018, pero han pasado casi cuatro años y resulta que el arreglo resultó peor que la enfermedad.

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Al contratista se le desembolsaron de anticipo 4.500 millones de pesos y esa plata se perdió. Del interventor, que irónicamente debía vigilar al contratista, ni se diga. El contrato era por casi 600 millones de pesos y terminó suspendido. Mejor dicho, los ratones cuidando el queso.

“Tenemos preocupación de que exista una posible corrupción en este caso. Eso va a implicar un tiempo adicional, un nuevo contrato y mayores recursos para el Distrito. Es por esa razón que este escenario es muy probable que no esté listo en mínimo dos años”, afirma Blanca Inés Durán, directora del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (Idrd).

El anterior director del Idrd, Orlando Molano, de la alcaldía de Enrique Peñalosa, fue el responsable de esa contratación. Su mano derecha, el arquitecto Mauricio Reina, se defendió.

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“Corrupción no hubo durante el proceso de licitación, corrupción no hubo durante el proceso de supervisión y seguimiento, lo que sí hubo fue una presunta indebida apropiación de recursos públicos, por cuanto a la fecha no ha logrado demostrar qué pasó con los 2.500 millones de pesos que están pendientes en la obra”, sostuvo.

No se entiende por qué todavía no se ha hecho efectiva la póliza del contrato. Ahora, no solo hay que hacer el reforzamiento, sino reconstruir todo lo que antes servía y que terminó hecho trizas, lo que podría costar tres veces más y durar otros tres años.

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“Hemos venido reubicando a las ligas en distintos escenarios de la ciudad”, indicó Durán.

Mientras se resuelve el pleito y se reconstruye el polideportivo El Salitre que ha sido epicentro de grandes torneos, 50 boxeadores seguirán conquistando títulos y medallas, al sol, al agua y a la negligencia.

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