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En un partido demasiado cortado, disputado y lleno de infracciones, no se veía por dónde podía abrirse el marcador. Por eso, cada pelota quieta era clave y así lo entendió la Selección Argentina. Y es que Nicolás Otamendi se levantó y conectó un potente cabeza para el 0-1 sobre Brasil.
Todo había empezado 'caliente'. Los aficionados protagonizaron un bochornoso suceso en las gradas, donde la policía tuvo que intervenir. Por eso, el inicio del duelo válido por la sexta jornada de las Eliminatorias Sudamericanas se retrasó. La 'Albiceleste' se retiró del terreno de juego.
Esto se trasladó a la cancha y los futbolistas, una vez sonó el pitazo, se contagiaron. Faltas, amarillas y poca emoción. Hasta que apareció el defensa central Nicolás Otamendi. Al minuto 63, ganó por arriba y firmó el tanto que silenció al Maracaná y desató la locura de los argentinos.
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