¡Neymar, indeseable y fastidioso!

La calidad para jugar al fútbol de Neymar nadie lo puede discutir. Su trayectoria y recorrido lo avalan. Es rápido, con una técnica propia de los nacidos en su tierra, buen regate, velocidad y poder para inventar y desequilibrar, lo más complicado de encontrar en el balompié actual. Para los amantes de este deporte debería ser un goce verlo en los terrenos de juego, pero pasa todo lo contrario.

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Sin embargo, qué antipático y fastidioso se ha vuelto el número '10' de la Selección de Brasil, en los partidos contra Colombia. Lo último de eso se vio el miércoles en el cancha del estadio Nilton Santos, de Río de Janeiro, en la polémica victoria 2-1 de los de Tite sobre los de Reinaldo Rueda, por la cuarta fecha de la Copa América.

Qué mal que un jugador de su categoría se burle de sus rivales colombianos, como lo registraron hoy medios en Brasil como UOL. La verdad sobre esto solamente se sabrá si uno de los protagonistas suelta la lengua; pero ya sabemos de sobra el manido discurso de los códigos del fútbol y la premisa de lo que pasa en la cancha se queda en la cancha.

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Quizá por eso, al llamado 'Ney' lo encaró Yerry Mina, instantes después de que el árbitro argentino decretó el gol de Firmino, que marcó el parcial 1-1, en medio de una marcada polémica. El gigante de Guachené manoteó y gritó a Neymar, con Pitana en el medio.

Pero hubo más antipatía y desprecio de Neymar, porque rumbo al camerino tuvo su roce con Miguel Ángel Borja. Supuestamente el futbolista del PSG le echó en cara a Borja que no hizo nada en Palmeiras, a lo que el actual jugador de Junior le habría respondido que se la pasaba tirado en el piso. Bien hecho, aplausos para el Borja contestón.

Pues si uno, desde el otro lado del televisor se irrita y se indigna con los gestos del '10' de Brasil, no me quiero imaginar lo que quisieran hacer Mina y Borja ante el discurso de agrande y menosprecio por sus colegas que debe manejar el atacante de 29 años. De eso, basta con recordar que Neymar le sacó la chispa en 2015 a Carlos Bacca, quien incluso lo intentó agredir. Sí, a Bacca, al de hablar pausado, de tranquilidad pasmosa y sin ningún tipo de orgullo dentro de los terrenos de juego.

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En fin, Neymar es indeseable y fastidioso, por más fama, dinero y fútbol que juegue.