El técnico de los Phoenix Suns , Monty Williams, y los jugadores Devin Booker y Chris Paul reconocieron este lunes que están impactados por la investigación sobre el dueño de su franquicia, Robert Sarver, que demostró un comportamiento abusivo y vejatorio con los empleados del equipo.
"Hubo un impacto emocional, un momento en el que no me creía lo que leía en el informe. Empiezas a pensar en cómo esas cosas afectan a la gente, al equipo, a la comunidad. Al mismo tiempo pienso en mis hijos, que viven en un mundo en el que esas cosas siguen pasando, me fastidia", dijo Monty Williams en la jornada de medios de los Phoenix Suns.
"No me gusta, nunca me gustó, cuando leí el informe no estaba feliz, estaba disgustado. Y cuando lo lees y los ves repetidamente, te fastidia", agregó, al ser preguntado sobre su reacción al uso de expresiones gravemente discriminatorias hacia los afromericanos por parte de Sarver.
La semana pasada, la NBA sancionó a Sarver, propietario de los Phoenix Suns y de las Phoenix Mercury de la WNBA, con un año de suspensión y una multa de 10 millones de dólares por comportamiento abusivo en el entorno laboral y trato vejatorio a sus empleados.
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Williams dijo que "en ningún momento" se planteó dejar a los Suns tras este escándalo y consideró que la mejor forma para salir adelante de esta situación es con "respeto y amor".
"Creo que si seguimos mostrando respeto y amor recíproco podemos seguir adelante de la manera correcta. Eso nos une", dijo.
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Devin Booker, estrella de los Suns, reconoció que le sorprendió leer el informe sobre Sarver, quien decidió vender la franquicia.
"Es duro para mí, no es el Sarver que conozco, no es el Sarver que me recibió con brazos abiertos, pero al mismo tiempo no estoy insensible con los afectados, y entiendo las experiencias de otras personas. Es duro, porque no es la persona que conocí", dijo.
Booker aseguró que no ha hablado con Sarver y dijo que "ahora que decidió vender la franquicia", el equipo puede centrarse al máximo en su objetivo, competir por el anillo.
A ellos se sumó Chris Paul, uno de los jugadores que levantaron la voz en los últimos días para pedir justicia y apoyo para las personas que sufrieron el trato vejatorio de Sarver.
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"Mis pensamientos están con los afectados. Fue duro leer el informe. Estaba fastidiado, pero tenemos que seguir adelante", aseguró.