Sergi Oliva, asistente del mánager general de los Portland Trail Blazers, de la NBA, es un referente de estrategia deportiva y salarial, de fichajes y análisis e interpretación del 'big data' para la franquicia de Oregon. "La estadística avanzada en el baloncesto es como comprar un sofá", asegura este viernes en una entrevista con EFE.
Oliva se ha labrado una trayectoria en la NBA buscando y aprovechando oportunidades. En su currículum brillan experiencias en los Philadelphia 76ers, donde fue vicepresidente de estrategia, y en los Utah Jazz, en los que fue asistente del técnico Quinn Synder.
Un perfil profesional camaleónico y completo, que ha aportado en pista y oficina, al desarrollar sus habilidades de conocimiento del deporte e interpretación del 'big data'.
¿Cómo surgió la oportunidad de Estados Unidos?
"Entrenaba en Catalunya, me apasiona el baloncesto. Cuando terminé mi doctorado vi que en Estados Unidos aparecieron perfiles técnicos que requerían usar razonamiento formal con el basket. Tengo las dos experiencias, la de entrenador y la académica. Mandé el currículum a todos los equipos NBA que pude y terminó saliendo una oferta, se pusieron en contacto conmigo los Sixers".
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Durante muchos años se pedía confianza en el 'proceso' pero hubo momentos difíciles.
"No era la primera vez que un equipo, para llegar arriba, había intentado optar a posiciones primeras del draft. Era más una cuestión de marketing o darle un nombre. Vimos que teniendo un par de años malos seríamos capaces de llegar a un nivel competitivo. La estructura del draft es como es y la inconsistencia a veces te lleva al éxito".
Después trabajó con Quinn Snyder en Utah, un entrenador especial.
"No conocía a Quinn, le tenía mucho respeto, me parecía uno de los mejores de la liga. Pasé a hacer trabajo de pista, preparación táctica. Teníamos alguien con la mente tan abierta como Quin, que había entrenado en Europa y es extremadamente cuidadoso, nos motiva a aportar todo lo posible".
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Este verano hubo muchos cambios en Utah. Salieron prácticamente todo el quinteto titular y Snyder. ¿Fue una sorpresa?
"Yo lo vi de lejos, ya estaba en Portland. Desde el punto de vista emocional sí sabía un poco mal que un equipo tan trabajado y con opciones de llegar arriba, no va a tener la oportunidad de hacerlo".
Su nombre apareció en ‘The Athletic’ entre las personas con influencia en el futuro del baloncesto. Supongo que es un orgullo aparecer en este artículo…
"Hace ilusión, nunca trabajas para estas cosas pero es un reconocimiento y siempre hay mucho trabajo detrás. Creo que cuando se habla de estadística avanzada se hace como si fuera una ciencia que funciona a parte del juego, que son cuatro tipos que están ahí con un ordenador, como en las películas".
Deduzco que no es así…
"Yo uso el ejemplo de que es como comprar un sofá. Cuando compras uno, lo normal es agarrar cinta métrica y medir tu salón, no vas directamente a la tienda y piensas que puede caber. Eso no significa que tu punto de vista sea estadístico, sino que tienes el sentido común de medir tu comedor antes".
"Las cosas que se pueden medir, vamos a entenderlas desde el punto de vista de cómo se miden, y las cosas que son más difíciles de medir, vamos a tener la visión de entenderlas. Juntando estas dos cosas, podemos llegar a un conocimiento para comprar un sofá o para entender el baloncesto".
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De todo este tiempo 'comprando sofás', ¿alguno salió especialmente bueno?
"En el último año de los Jazz intentamos hacer un par de cosas distintas a lo hecho hasta entonces. Ser más directos en ataque, menos movimiento previo, generábamos situaciones de tiro muy tempranas con pocos pases, pero llegamos a un nivel de eficiencia ofensiva que terminó liderando la liga. Íbamos camino de tener el mejor ataque de todos los tiempos. Me hacía muy feliz".
Con los Blazers regresa a la oficina. ¿Cuál es su rol ahora mismo?
"Desde que llegó Joe Cronin ha reconstruido plantilla y staff. Nos seleccionó a Mike Schmitz, experto del draft, y Andrae Patterson, que jugó en ACB. Los tres somos 'Assistant General Manager', y ayudamos a (el mánager general) Joe Cronin a llevar la organización. Estoy más centrado en tema estratégico, planificación a medio y largo plazo, estrategia salarial, fichajes, evaluación de jugadores NBA…"
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Me han contado que incluso se ha pasado usted a la cocina…
"Había tenido experiencias muy buenas a nivel nutricional en Filadelfia y Utah, con un programa de nutrición muy bueno. En Portland habían descuidado esto últimamente. Ahora estoy encargado de construir una nueva cocina en el centro de entrenamiento, nunca lo hubiera imaginado cuando acepté el trabajo".
En Portland, como Utah, salieron jugadores importantes y apuestan por jóvenes. ¿En qué punto de cocción está el proyecto?
"Esta temporada no nos planteábamos un resultado muy concreto. Entendíamos que teníamos equipo para competir cada noche. Tenemos a Damian (Lillard), y Anfernee (Simons) también demostró la temporada pasada lo capaz que era de cargar el ataque de un equipo a su espalda".
¿El objetivo del proyecto es conseguir un anillo?
"Cuando tienes un jugador como Lillard en tu equipo, ese es siempre el objetivo. La cuestión es conseguir un top 5 para construir un equipo alrededor de él, y aquí tenemos la suerte de tenerlo.La cuestión siempre es cuál es la mejor manera de complementarle para que el equipo rinda al máximo. Creemos que Damian tiene muchos años buenos por delante. Teníamos a Anfernee. Tuvimos la suerte de seleccionar a Shaedon (Sharpe) en el draft. Esta temporada estamos tratando de entender cómo funciona el equipo a nivel colectivo y después haremos retoques para hacer una plantilla ganadora".