Natalia Linares, campeona panamericana: "Esto refleja que los atletas colombianos son guerreros"
La atleta colombiana Natalia Linares ganó medalla de oro en el salto largo y derrochó felicidad y alegría a la hora de pasar por los micrófonos de la prensa.
El maquillaje, como lo dice ella, es su defensa para enfrentar cualquier adversidad. “Esta es mi armadura, salir bien linda, bien apoteósica como dicen. Para decirle al país que sigamos soñando, que tenemos talento y futuro”, dijo después de su gesta.
En el Estadio Nacional de Santiago esa armadura le sirvió ya que luchó contra varios obstáculos. El intenso y atípico frío primaveral chileno que la hizo cubrirse con una manta; un primer salto de 4,63 metros, muy por debajo de lo esperado, que la hizo dudar; y una brasileña, Eliane Martins, que podía hacer temblar su trono dorado.
Y es que con el oro logrado el lunes en los juegos de Santiago 2023, Natalia, con apenas 20 años, se convirtió en la única atleta colombiana en ganarlo todo en la antesala rumbo a París 2024.
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Reinó en los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022, ganó en los Suramericanos de Asunción 2022 y en los Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 donde además del oro, con un salto de 6,86 metros, logró el cupo en salto largo a los Olímpicos del próximo año con la marca mínima exigida.
"Esta medalla refleja que en Colombia los atletas son guerreros, nunca se dan por vencidos en busca de sus sueños y siempre lo dan todo por el país", dijo conmovida y feliz.
Natalia Linares, medalla de oro en los Juegos Panamericanos.
/AFP
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Y de sueños está llena su vida. Natalia lo quiere todo y no sólo a nivel deportivo. Cursa quinto semestre de Administración del Deporte y anhela dejar huella. "Me considero una mujer muy inteligente. Me gustaría ser ministra del deporte o presidenta de la federación. Espero hacer otras carreras como administración de empresas y negocios internacionales".
En la capital chilena saltó 20 centímetros menos de esos 6,86 y quería pasar de los siete, pero en el tercer intento dio un brinco de 6,66 metros, un número que para algunos es cabalístico pero que para ella en el Estadio Nacional lo fue todo. La llevó a la gloria.
“Queríamos un poco más en la marca, pero hace frío y yo soy de tierra caliente”, afirmó la saltadora oriunda de Valledupar, en el Caribe colombiano, ya arropada por el calor del triunfo.
“Esta es mi primera medalla panamericana, en mis primeros Juegos Panamericanos. Me queda mucho por delante, pero he cosechado tanto en tan poco tiempo. Simplemente esto es glorioso”, añadió con la voz entrecortada por el llanto la apoteósica Natalia.