Es uno de los mitos del fútbol marroquí, pero también de los Bleus: si Larbi Ben Barek, exatacante del Atlético de Madrid, vio su leyenda truncada por la guerra; luego, su nombre se desvaneció con el paso del tiempo. La semifinal del Mundial Francia-Marruecos evoca recordar "la huella" dejada en ambas orillas del Mediterráneo.
Mientras que los récords suceden en el Mundial de Qatar entre los vigentes campeones del mundo, como los 143 partidos de Hugo Lloris y los 53 goles de Olivier Giroud, hay uno que resiste todavía, el de longevidad en la selección francesa, 15 años y 10 meses que ostenta Ben Barek, un joven de Casablanca y "dios" de la pelota redonda como lo calificó un día el "rey" Pelé.
Pero, primero, los años 30. Mientras Europa se prepara para sumergirse de nuevo en otra guerra, los primeros jugadores magrebíes apuntan a colgar sus botas en los campos del Viejo Continente. Entre ellos, un pionero, Larbi Ben Barek, "el primero en haber alcanzado un nivel tan alto", confirma a la AFP Ahmed Bessol, especialista del fútbol magrebí y autor de varios libros sobre su historia.
Hasta mediados de los años 50, este delantero de gran clase, dotado de una "técnica excepcional", vivaz y potente, dejó su marca en la época. "El público de toda Francia iba a verlo a jugar, era algo extraordinario. ¡Y hay tantas historias sobre él!", recuerda este experto argelino de 76 años.
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"Toda una historia", es también la afirmación de un entonces joven periodista deportivo de la ORTF, Thierry Roland, mito de la información futbolística en Francia, en un reportaje de 1963 dedicado a Ben Barek, "uno de los dos grandes nombres del deporte francés en Marruecos, junto con Marcel Cerdan".
En este documental, Ben Barek, retirado seis años antes, cuenta el orgullo de haber llevado 17 veces la camiseta de los Bleus. "Si he tenido una gran reputación mundial, es gracias a Francia", subraya el exatacante que se dedicó a formar nuevas generaciones de jugadores marroquíes.
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"Estoy seguro de que más adelante habrá algunos que darán una gran satisfacción", comenta sobriamente en las escasas imágenes conservadas.
"Era genial"
Pocas imágenes, por desgracia, de Ben Barek, quien encantó en el césped de Europa, en una época en que la televisión no se había impuesto aún en los hogares.
Nacido un día de 1917 -en una fecha desconocida-, Ben Barek dio sus primeras patadas a un balón en Casablanca, la capital económica del reino de Marruecos, donde su clase terminó por atraer el buen ojo de los dirigentes europeos. Pronto, llega al Olympique de Marsella, Stade Français, y Atlético Madrid, club español en el que enamoró a finales de los años 50 con más de 60 goles en 120 partidos.
¿En la selección de Francia? "Era la estrella, no sólo tenía talento sino que era genial", explica Bessol.
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Como respuesta a la demanda popular, Ben Barek empieza con los Bleus a finales de 1938 en Roma, en una derrota (1-0) en terreno hostil, en la Italia de Benito Mussolini. Su recital, el de Casablanca, lo guarda para principios del año siguiente, en el Parque de los Príncipes, frente a Polonia (4-0).
Entonces, se ganó el apodo de la "Perla negra", pero su ascenso fue interrumpido por la guerra, que lo obligó a regresar a Marruecos.
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"Pensar un poco en él"
Después de 1945, su talento le reabre las puertas de los Bleus, hasta su marcha a España, mal visto en Francia, en 1948. Después, vistió por última vez la elástica de Francia, en octubre de 1954, frente a la Alemania Occidental, a los 38 años y medio. Allí, si su cuerpo lo deja -salía de una lesión-, vive "su mayor recuerdo", según sus propias palabras en la ORTF.
¿Qué es lo siguiente? Un año en el USM Bel Abbès, en una Argelia inmersa en una guerra de liberación, y algunas experiencias como entrenador, sobre todo a la cabeza de los Leones del Atlas -en una Marruecos independiente desde 1956 con la que no pudo jugar-.
En 2011, sin embargo, un realizador marroquí, Driss Mrini, le dedica un documental "Larbi, o el destino de un gran futbolista" y, luego, el Instituto del Mundo Árabe (IMA) organiza una exposición en 2019 en París.
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"En el Magreb, me alegró ver que se hablaba de ello", dijo Bellos. Y si "murió sin que se le rindiera el homenaje que habría merecido, quizás, con este Francia-Marruecos, se piense un poco en él", asevera.